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Todavía no se agotan las instancias legales para aclarar y hacer justicia sobre el cúmulo de irregularidades y presuntos delitos cometidos en la elección para gobernador de Puebla y ya ha emergido otra sospecha de fraude, esta vez protagonizada por el Instituto Electoral del Estado de Puebla (IEE), al cual los partidos que integran la coalición Juntos Haremos Historia acusan de demorar la entrega de resultados en los comicios para elegir ayuntamientos y diputados locales con el propósito de beneficiar a Por Puebla Al Frente en la entrega de curules plurinominales.
La autoridad electoral poblana ha sido cuestionada desde su conformación porque la mayoría de sus miembros, por no decir todos, han tenido vínculos con el Morenovallismo o actuaciones que hacen dudar sobre su independencia e imparcialidad.
No es posible que en una situación de crisis, en la que no solo las fuerzas políticas agraviadas sino un sector amplio de la sociedad poblana –incluso allende nuestras fronteras– está reclamando por acciones a todas luces fraudulentas, el IEE se esté prestando a maniobras ilegales para configurar un Poder Legislativo que acomode a una facción política en concreto.
De comprobarse esta maniobra de la autoridad electoral es necesario que se proceda con todo el peso de la ley, porque han sido muchas las ocasiones en que el IEE ha atentado contra los principios de certidumbre, legalidad e imparcialidad, por lo que es también responsable de la crisis y crispación que se padece en Puebla en estos momentos