Cuidar el patrimonio cultural, un asunto de responsabilidad: funcionarios y promotores

Funcionarios, burócratas y encargados de espacios y programas institucionales hablaron sobre el patrimonio cultural. Desde sus diversos ámbitos, coincidieron que el cuidarlo y conservarlo es un asunto de responsabilidad de cada uno de los organismos involucrados: lo mismo gobiernos que la academia y la sociedad civil.

Como parte de la serie de charlas Diálogos en el arte que organiza el Museo UPAEP, en la mesa Patrimonio: ¿por qué protegerlo?, participaron Sergio Arturo de la Luz Vergara Berdejo, gerente del Centro Histórico del ayuntamiento de Puebla; Claudia Reyes, directora de Museos en Puebla del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH); Fabián Valdivia, director de Promoción de la Secretaría de Turismo municipal, y Marie France Desdier, encargada de Espacios culturales de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP).

De inicio, el arquitecto Sergio de la Luz Vergara dijo que es necesario definir y entender al patrimonio, ya que si no hay consenso no se puede defender y cuidar. Por tanto, expuso que a este concepto hay que entenderlo desde lo tangible –la arquitectura, los edificios, lo urbano– y lo intangible–las expresiones, la comunidad.

Refirió que a 30 años de haber sido Puebla incluida en la lista representativa del patrimonio mundial de la Unesco se reconoció no solo su arquitectura, sino su traza urbana sobre la cual se fincó una sociedad entera.

Al patrimonio, continuó el funcionario municipal, no solo es sinónimo de un valor económico, sino de un valor cultural, sobre el cual hay que reflexionar cómo se custodia y cómo se transmite.

En ese sentido, Vergara Berdejo señaló que por el pasado sismo del 19 de septiembre la ciudad de Puebla demostró que, pese a los daños en algunos inmuebles, está bien conservada en los 3 mil 200 predios que la integran divididos en 600 manzanas.

“Antes del nombramiento de la Unesco era un mayor daño el que le hacíamos a la ciudad con la saturación del suelo urbano, casas de concreto en las calles, marquesinas y más concreto”, recordó quien también fuera director del Centro INAH de Puebla.

Agregó que cuando ocurrió el sismo de junio de 1999 y “tiró todas las iglesias” cambió toda la política pública: “En ese entonces el INAH decía no, pero nos enseñó y abrimos la puerta de lo institucional para reestructurar… las políticas cambian y tenemos el derecho de implementar nuestras propias acciones, pero no tenemos de acabar con el patrimonio”.

En su turno, la funcionaria del INAH Claudia Reyes expuso que cuidar el patrimonio cultural tanto tangible como intangible tiene que ver “con la responsabilidad de la institución y lo que ostenta”.

“Lo que se debe de aplicar es la responsabilidad. Los sismos de 1985 y 1999 fueron definitivos en ello. Incluso en esa cuestión tuvieron que ver los medios de comunicación que ayudaron a definir una responsabilidad”, dijo la arquitecta de profesión.

La responsable de los Museos del INAH en Puebla afirmó que sí, “sí se ha dado un abuso sobre el patrimonio construido” y sobre el patrimonio intangible. (Los daños) “no se han dado nada más porque sí, sino que hay actores responsables y por ellos se dieron los rompimientos y abusos”, denunció.

Por otra parte, el funcionario municipal Fabián Valdivia señaló que hay un rompimiento general y se considera que el patrimonio es valioso. También está creciendo la conciencia de cómo cuidarlo y cómo evitar su explotación.

No obstante, consideró que el patrimonio parece “ser una espuma que se ha levantado” y sobre la cual se puede preguntar hasta cuándo podrá resistir o si se trata de una moda.

“Al concepto lo estamos usando indiscriminadamente y sin responsabilidades”, acotó Valdivia.

Recordó que “en 22 años nadie uso Puebla ciudad patrimonio como una marca Unesco”, y que no fue sino hasta 2009 que a él le tocó generarla.

De una manera contraria, Marie France Desdier, encargada de Espacios culturales de la UDLAP, consideró que los ciudadanos “deben ser tolerantes con el quehacer de las instituciones” y que, más que quejas, los ciudadanos deben de dar soluciones”.

Ello, dijo la gestora formada en marketing y negocios, porque se debe pensar que “el patrimonio es parte de lo que queremos dejar”.