La investigadora Rosalva Loreto López aborda, desde la historia social, más de cuatro siglos de presencia de uno de los espacios conventuales más importantes de la ciudad y el país: el de la Purísima Concepción, que cumple 425 años de haberse establecido en Puebla.
En pasados días, con un concierto a cargo del ensamble Tonos Humanos en el que se recreó el ritual de posesión de velo con el que las jóvenes novicias se convertían en monjas, a través de un documento del siglo XVII resguardado en este ministerio, fue presentado el libro Tota Pulchra. Historia del monasterio de la Purísima Concepción de Puebla. Siglos XVI–XIX.
Coeditado por ediciones de Educación y Cultura y el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades Alfonso Vélez Pliego de la UAP, en el libro Rosalva Loreto López reúne textos trabajados a lo largo de 30 años, mismos que fueron complementados con hallazgos y una nueva perspectiva: la historia social.
Acompañada por María del Pilar López Cano y María Teresa Álvarez Icaza Longoria, ambas del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, la académica de la UAP dijo, de manera breve, que este volumen es resultado de un “ejercicio colectivo”, pues se incluyen trabajos del historiador Francisco Bello, el musicólogo Gustavo Mauleón y la esteta Adriana Alonso.
En su turno, la investigadora María del Pilar López destacó que Rosalva Loreto reconstruye la presencia de esta comunidad desde 1593, en un libro que reflexiona sobre sus alcances y sus altibajos. Nos introduce, dijo durante la presentación del texto, a la vida espiritual de las religiosas y sus familias, y a la forma en cómo las mujeres también eran parte de la tarea evangelizadora en la Nueva España.
Precisó que en este territorio la instalación de conventos se dio por orden de la Corona española y el cardenal Cisneros, a través de órdenes contemplativas de clausura siendo las concepcionistas quienes tuvieron gran arraigo. Refirió que dicha orden abrió su primer convento hacia 1540 y en los primeros años de expansión tuvo presencia en la Ciudad de México, Puebla, Oaxaca, Mérida y San Miguel de Allende, con un total de 13 edificios, dos de ellos ubicados en esta ciudad angelopolitana: el de la Purísima Concepción en 1593, y el de la Santísima Trinidad, en 1619.
Mencionó que en este volumen, la autora estudia la vida conventual de la Purísima Concepción desde su fundación, sus economías, quiénes eran las mujeres elegidas y de qué familias provenían, además de cómo era su relación con la vida episcopal y la ciudad misma, a la par de cómo influyó en la vida cotidiana y la organización urbana.
López Cano destacó además que la estudiosa de la vida conventual femenina haya centrado su libro en los testimonios de las religiosas, particularmente de aquellas 80 religiosas que se contaban para 1709 venidas de Cholula, Tepeaca, Atlixco, Tehuacán, Zacatlán y Puebla, además de Veracruz, deseosas de entrar al “convento más prestigiado de la ciudad, pues accedían mujeres de linaje”.
Expuso que un aspecto importante abordado por Rosalva Loreto es la relación que tuvo el convento con la ciudad por medio de dos factores: su campanario y como parte del entorno urbano.
El primero, explicó, porque la campana era un instrumento “sacralizado” para marcar horas y celebraciones litúrgicas que se mantuvo hasta la segunda mitad del siglo XIX, y el otro porque el edificio en sí mismo constituyó un punto de referencia además de que su ubicación coincidió con un punto de distribución de agua en la ciudad, pues en el siglo XVIII en alrededor de cuatro calles abastecía a unas 409 personas.
María del Pilar López acotó que el libro se detiene en la segunda mitad del siglo XIX cuando comenzó el proceso de desamortización de los bienes de la iglesia por el gobierno mexicano, lo que provocó, en 1863, que las religiosas abandonaran el inmueble y el centro de la ciudad.
“Este es más un ensayo, un análisis, un llamado a cuidar el legado, a mantener vivo el vínculo con el convento, a preservar el patrimonio”, concluyó la académica.
Por su parte, María Teresa Álvarez Icaza mencionó que Rosalva Loreto hace una larga revisión de esta institución que este 2018 cumple 425 años de historia en Puebla. “Da una visión desde su fundación al presente, dando a conocer las diferentes etapas de crecimiento y hasta su declive”.
Afirmó que dado que Puebla fue una ciudad de conventos, y fue aquí donde se asentó el “más rico e importante” de la Nueva España, la historiadora se acerca a su historia desde sus mujeres y las normas que rigieron sus vidas, sus relaciones familiares, su autoridad interna y episcopal.
Completó que el libro Tota Pulchra. Historia del monasterio de la Purísima Concepción de Puebla. Siglos XVI–XIX es fruto de tres décadas de labor sobre el estudio del clero regular femenino. En él, continuó Álvarez Icaza, la autora recoge textos ya publicados y trabaja bajo la historia social, incorporando las colaboraciones de Francisco Bello, Gustavo Mauleón y Adriana Alonso.
“Su estudio atañe diversas perspectivas: la espiritual, la vida conventual, las emociones y la cultura escrita. Va de su fundación mencionando a quienes lo promovieron, a las autoridades, las abadías, las alabanzas corales, las formas y el desarrollo que tuvo la devoción, a la par de las regulaciones y las finanzas de este sector social”, destacó.
La académica de la UNAM recalcó que gracias al hallazgo de Loreto López sobre los libros de Canto llano del siglo XVII conservados por la congregación, se muestra y se analiza este acervo por el musicólogo Gustavo Mauleón. Con ello, la autora confirma que la importancia de su obra impacta en la historiografía, pues ha estudiado el tema de 1990 a la actualidad lo que la coloca como una pionera.
María Teresa Álvarez dijo además que en el libro, la historiadora Rosalva Loreto incluye material complementario como cuadros, gráficas, esquemas, mapas y un glosario, lo que deja ver aspectos como las profesiones, las dotes, las fundaciones monásticas y de concepcionistas en la Nueva España, además de planos y etapas constructivas, fotografías, entrevistas, impresos y obras musicales, reconstruyendo con ello prácticas litúrgicas y devocionales.