México presenta un importante rezago tecnológico y carece de innovaciones que se traducen en una baja competitividad de los sectores productivos, destacó el vicerrector de Investigación y Estudios de Posgrado de la UAP, Ygnacio Martínez Laguna, quien ante este escenario recalcó la necesidad de llevar los beneficios del conocimiento a la industria; es decir, hacerlo rentable.
Al inaugurar el Sexto Congreso de la Red Mexicana de Oficinas de Transferencia de Tecnología (Red OTT México), con sede en la UAP, Martínez Laguna señaló la urgencia de impulsar la investigación aplicada: “Generar productos, diseños, procesos, servicios y métodos, y aumentar el valor de los existentes para propiciar un ambiente en el que se impulsen nuevos negocios de base tecnológica”.
Luego de recordar los avances que el país ha dado en esta materia, como políticas públicas para el desarrollo de nuevas tecnologías y la ampliación de la vinculación entre instituciones de educación superior y la industria, reconoció que aún existe camino por recorrer.
México se ubica en el lugar 58 del Índice Mundial de Innovación entre los 191 países de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. Asimismo, el número de tecnologías que se logra comerciar es muy bajo; según datos del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), entre 2013 y 2015 ingresaron 955 solicitudes de patente por parte de instituciones educativas, de las cuales solamente se han comercializado cerca de 1 por ciento de las ya registradas.
Por ello, el funcionario universitario celebró la realización del Sexto Congreso de la Red OTT, cuyo objetivo es fomentar la creación de un ecosistema de innovación entre los sectores productivos, instituciones de educación superior, centros de investigación, gobiernos y oficinas de transferencia, mediante la inversión pública y privada, para la comercialización de nuevos desarrollos tecnológicos.
Labor a la que la UAP se ha sumado a través de su Dirección de Innovación y Transferencia de Conocimiento (DITCo), la cual busca introducir los resultados de la investigación en actividades productivas, económicas y del mercado. “Para ello, esta oficina identifica las problemáticas y necesidades de los sectores productivos y elabora soluciones para su comercialización”, agregó.
Gracias al impulso de la cultura innovadora dentro de la UAP y la sociedad en general, mediante la gestación de empresas de alto impacto, la DITCo fue recocida por el Conacyt y la Secretaría de Economía, al haber acreditado el proceso de selección, al igual que las de la UNAM, el Instituto Mexicano del Petróleo y del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, entre otras que recibieron esta distinción durante la ceremonia inaugural del Congreso.