Feria Tlaxcala. En 1963, el gobernador Anselmo Cervantes concibe crear un espejo para reflejar “la pauta del progreso” de los tlaxcaltecas. La primera lleva por nombre: “Exposición permanente agrícola, ganadera, industrial, comercial y cultural de Tlaxcala”
El propósito se ha cumplido. Porque a lo largo de 55 años, la exposición se transforma en feria –nuestra feria-. Y en cada edición muestra los cambios que experimenta la sociedad en su conjunto.
En la década de los 60s del siglo pasado, la feria tiene una fuerte presencia del sector primario. El Centro Expositor es el escaparate de la agricultura y la ganadería, así como la maquinaria para transformarla en agroindustria.
En los 80s se transforma radicalmente. El actor principal es el sector secundario. En el Centro se construye un pabellón en el que se expone todo lo que se produce en las fábricas asentadas en Tlaxcala. Desde un durmiente de cemento hasta un triciclo Apache.
En los albores del siglo XX. Los gobiernos alternantes descubren que la dinámica de la economía se mueve por el comercio. Ahí se transforma en Feria de Todos los Santos que termina siendo popularmente conocida como de “todos los antros”.
Desde 2010 se ha tratado de perfilar con un nuevo rostro. El del turismo. La agricultura, ganadería, industria, artesanía son un elemento que adorna el recinto ferial. Lo que mueve la feria son los espectáculos que sirven para atraer al turista local y nacional.
Durante 25 días, particularmente los fines de semana, las familias tlaxcaltecas adquieren el estatus de turistas y comparten un espacio común con quienes llegan de fuera, particularmente de la zona centro del país.
El secretario de Turismo puede contabilizar el millón y medio de visitantes en sus estadísticas. Porque la Feria Tlaxcala -nuestra feria- es el centro turístico efímero mas grande con que cuenta Tlaxcala. Es la nueva industria.