El delegado en Puebla del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Enrique Doger Guerrero, sostuvo que intervendrá para que se otorguen las tres sesiones de hemodiálisis que venían recibiendo los pacientes con insuficiencia renal en el Hospital de San Alejandro, el cual será demolido por los severos daños en su estructura tras el terremoto del martes.
Lo anterior en respuesta a los derechohabientes que protestaron este lunes frente a San Alejandro, para exigir ayuda a las autoridades sanitarias por estar en riesgo sus vidas.
En entrevista radiofónica, el funcionario federal dijo que los pacientes que eran atendidos en la Unidad Médica Ambulatoria (UMA) del hospital en mención fueron canalizados a la Clínica HD, y sostuvo que “todos deben ser atendidos con el protocolo médico por semana”.
Enrique Doger aseveró que hay indicaciones específicas para la clínica privada, a fin de que se atienda a cada paciente que necesite de la hemodiálisis; sin embargo la empresa no está cumpliendo.
“Si no los atienden estamos en la Delegación del IMSS para canalizar las quejas con el doctor Federico Marín Martínez, jefe de Especialidades Médicas”, pidió a los pacientes inconformes.
Doger Guerrero refirió que actualmente cuentan con 800 pacientes que eran atendidos en San Alejandro, más 300 dializados en la Unidad Médica Ambulatoria, que en total suman mil 200 derechohabientes.
En otro tema, el delegado del Seguro Social en Puebla anunció que en esta semana se irá regularizando la consulta de especialidades, mientras los pacientes que recibían atención en San Alejandro ahora les otorgarán el servicio en el Hospital de La Margarita.
“Estamos atentos en la Delegación Puebla del IMSS para canalizar las inquietudes; todos los dializados deben recibir sus tres sesiones por semana”, declaró.
El funcionario federal y ex alcalde de Puebla no es la primera vez que enfrenta un conflicto derivado por el mal servicio de hemodiálisis en la entidad.
La primera vez sorteó a familiares y derechohabientes que denunciaron incluso la muerte de pacientes con insuficiencia renal que les cambiaron la marca farmacéutica de las bolsas de hemodiálisis sin consultarlos, de Baxter a Pisa, a lo que le achacaron el decaimiento en su salud.