Lo más absurdo de la iniciativa de gobiernos de coalición de Rafael Moreno Valle Rosas es que el mandatario poblano se negó a formar un gobierno de ese tipo, pese a que lo prometió en el año 2010, había condiciones para hacerlo y contó con la participación de personajes que estaban trabajando en ese proyecto, entre ellos el ex presidente del extinto Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde Ramírez, quien se preparaba a elaborar una propuesta de ley de transparencia y de una administración estatal que mejorara su rendición de cuentas, y acabó siendo ignorado.
Entre los años 2008 y 2010, Rafael Moreno Valle desplegó una intensa labor de cabildeo con distintas fuerzas políticas para ofrecerles formar una coalición para enfrentar al PRI en la elección estatal de hace seis años. Y en ese entonces siempre ofreció tres cosas: entregar posiciones en el gabinete, incorporar políticas públicas propuestas por los participantes a su plan de gobierno y construir una agenda legislativa común.
No se cumplió ninguno de esos tres aspectos. Nunca se explicó porque no se llevó acabo lo prometido. Y los participantes en la coalición no tuvieron la capacidad ni la autoridad moral de exigir que se consumara lo ofrecido. Entre ellos los líderes nacionales y locales de PAN, el PRD, Movimiento Ciudadano, el Panal y hasta el PT.
Curiosamente ahora la propuesta morenovallista de cambio del modelo electoral de Puebla propone que el ganador de una contienda por la titularidad del Poder Ejecutivo que obtenga 42 por ciento de votos o menos estará obligado a formar un gobierno de coalición con el segundo lugar de la contienda, consistente en tres aspectos: compartir posiciones en el gabinete, así como formar una administración estatal y una agenda legislativa comunes. Es decir, es lo mismo que ofreció Moreno Valle en 2010 y no se ejecutó.
Como parte de esas promesas, en el periodo de transición previo al inicio del gobierno de Moreno Valle –el cual arrancó el 1 de febrero de 2011–, llegó a Puebla el ex presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, por recomendación de la entonces líder del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales, y para atender la propuesta común que habían tenido todos los participantes en la coalición electoral morenovallista: hacer un cambio profundo en materia de transparencia y rendición de cuentas.
Luis Carlos Ugalde, quien es doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Columbia y dirige la empresa Integralia Consultores, tenía un estudio de todas las legislaciones del país en materia de derecho de acceso a la información pública, por lo cual proponía crear en Puebla una ley y un conjunto de instituciones que pudieran estar a la vanguardia en materia de transparencia.
Esa disposición de Luis Carlos Ugalde, quien dirigió el IFE entre los años 2003 y 2007, estaba acorde al discurso con el que Rafael Moreno Valle Rosas ganó la elección de 2010 y rebasó la meta de obtener más de un millón de votos, ya que en todos los núcleos del electorado penetraron sus propuestas de lograr un cambio profundo en el ejercicio del gobierno.
Ugalde luego de entrevistarse con Rafael Moreno Valle y su equipo de transición, se quedó esperando el momento en que se emprendería el trabajo de elaboración de una gran reforma al marco jurídico que regula la transparencia de la información pública.
Se dice que un día el coordinador del equipo de transición, Fernando Manzanilla Prieto, le recordó a Moreno Valle que estaba pendiente emprender el proyecto del ex presidente del IFE, a lo cual el gobernador electo respondió que no era prioridad el tema de la transparencia.
Y entonces ordenó que se comisionara a Luis Carlos Ugalde ser el coordinador del equipo que analizaría los perfiles de aspirantes a ser parte del gabinete.
Al igual que en el tema de transparencia, en el asunto del gabinete Ugalde no movió un solo dedo, ya que no se analizó ningún perfil ni se incorporó al equipo del gobernador a miembros de la coalición electoral.
El caso más emblemático de falta de cumplimiento de compromisos se cometió con el PRD.
Moreno Valle le ofreció a los perredistas dos cosas: incorporar al gobierno la misma política de desarrollo social que se ha puesto en marcha en la capital del país y entregar dos secretarías a personajes del PRD.
Se propuso que serían las secretarías de Desarrollo Social y Desarrollo Rural. La primera sería para Miguel Ángel de la Rosa, quien era presidente estatal del PRD en 2010. Y la segunda para Anselmo Venegas, un ex priista que había sido subsecretario en la administración de Melquiades Morales y se había vuelto perredista.
Al final no pasó nada. Ni la política de desarrollo social ni las posiciones en el gabinete.