1
He descubierto esta mañana
el fin del vampiro
como el que me imaginaba.
Nunca vi mi reflejo,
no me arraigué,
me tuve por invisible,
por nocturno,
me alimentaba de sueños
y pesadillas sangrientas.
Pero hoy no, al despertar
tus ojos me habían cautivado.
2
Ahora quiero ser cuervo
y protestar en nombre de mis ancestros,
por los castigos a nuestra negrura,
nuestra osada presencia
–como antihéroes–
en los diluvios y en los maizales.
Sí, es cierto, pardeamos los campos,
en nosotros retornan al mundo
los delirantes,
los rebeldes insepultos.
Pero no temas, sólo deseo ser cuervo
y devorar mi imagen en tus ojos,
luego… volar.