Al dejar entrever que considera revertir la privatización del agua, la virtual candidata del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la gubernatura de Puebla Blanca Alcalá Ruiz, anunció que revisará los alcances de la concesión que se otorgó en el gobierno panista de Rafael Moreno Valle Rosas a la firma Concesiones Integrales.
Por lo pronto, solicitó a las autoridades locales transparentar los acuerdos a los que llegó con la empresa para reducir el impacto económico que tuvo para las familias el incremento inicial de las tarifas del servicio hídrico.
“Solo conociendo los números se puede conocer esta propuesta que ahora está en el aire”, criticó la aspirante y actual senadora del tricolor durante una entrevista que concedió la noche de ayer en el marco de la instalación del Consejo Municipal del PRI de Puebla capital.
–¿Echará abajo el contrato en caso de ser gobernadora? –cuestionó un reportero.
–Por supuesto que tomaría medidas muy serias –garantizó la legisladora federal y ex alcalde de Puebla.
Marín y Melquiades, juntos por Alcalá
Aunque el Consejo Municipal se celebró para recibir el informe de labores del dirigente capitalino José Chedraui Budib, todo el acto giró en torno a la postulación de Blanca Alcalá Ruiz, quien solicitará su registro como precandidata el 21 de febrero, por lo que planea presentar licencia de cargo como senadora el 18 de este mismo mes.
José Chedraui pidió a los liderazgos y militantes del Revolucionario Institucional sumarse al tricolor para convertir a Alcalá en la primera gobernadora de Puebla, mientras el delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Rogelio Cerda Pérez, garantizó que el PRI recuperará el Poder Ejecutivo sin triquiñuelas, de la misma manera en la que lo entregó a otro partido en 2011.
El comentario del enviado del CEN no sentó bien al ex gobernador Mario Marín Torres, quien asistió al acto masivo y se ubicó a solo un asiento de Alcalá dentro de la primera fila de invitados. Se mostró incómodo con la referencia a la derrota electoral de 2010, la cual lo convirtió en el único gobernador priista que cedió la estafeta a un militante de otro partido.
El asiento que separó a Alcalá de Marín lo ocupó otro ex mandatario local, uno que optó por poner distancia entre él y el Revolucionario Institucional en el presente sexenio: Melquiades Morales Flores.
En su primera manifestación pública de respaldo a la senadora, Morales no dejó de intercambiar comentarios con ella a lo largo de todo el cónclave.
La cordialidad que exhibió con Alcalá fue totalmente opuesta al trato áspero que brindó a Marín, con quien intercambió un breve saludo al inicio de la sesión, tras el cual no volvió a entablar ningún tipo de comunicación, ni siquiera un cruce espontáneo de miradas.
En la primera fila también se hallaron los priistas que no recibieron la venía el Comité Ejecutivo Nacional para concretar sus aspiraciones gubernamentales en esta elección. Ahí se pudo ver a Alberto Jiménez Merino, Enrique Doger Guerrero y Javier López Zavala, de los cuales los dos últimos se retiraron del consejo sin siquiera haber esperado su inauguración.