Mientras el gobernador del estado de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas, emprendió una gira de trabajo por los Estados Unidos son decenas de comunidades en municipios de las sierras Norte, Nororiental, Negra y Mixteca las que claman por ayuda tras el paso de los huracanes Ingrid y Manuel y de las lluvias que no cesan.
Ayer por la mañana, en un acto ante presidentes municipales de todo el país, el secretario general de Gobierno, Luis Maldonado Venegas, ofreció disculpas por la ausencia del mandatario estatal y justificó que Moreno Valle se encontraba “en una gira de trabajo por la Unión Americana”.
Casi al mismo tiempo, en el municipio de Francisco Z. Mena, en el extremo norte del estado, el alcalde Gustavo Gómez Álvarez confirmó a varios medios de comunicación que el paso del huracán Ingrid dejó un muerto, cuatro comunidades incomunicadas, 2 mil damnificados, 600 casas dañadas y un derrame petrolero sobre un arroyo que hasta el momento no ha podido ser detenido.
Indicó que el servicio de energía se restableció hasta el martes pasado en la cabecera municipal de La Mesa Metlaltoyuca, que permaneció así por cuatro días; el daño fue causado por la crecida del río Pantepec.
La crecida del río dejó incomunicadas a las comunidades indígenas de La Máquina, Los Planes, El Laberinto y La Ceiba, donde habitan más de 620 personas con quienes no se ha establecido contacto desde el sábado.
Se trata de una situación de gravedad, afirmó el edil, porque no hay alimentos y no hay forma de hacer contacto con ellas, mientras la ayuda de los gobiernos estatal y federal simplemente no llega.
Otro problema, indicó, es que miles de litros de petróleo crudo se han estado vertiendo al arroyo El Frijolillo, que es afluente del río Pantepec, a la altura de las comunidades de El Coyolito y Benito Juárez.
Sin embargo, el personal de Petróleos Mexicanos no ha podido detectar el punto de fuga por lo que exigió a las autoridades federales a que agilicen los trabajos y detener la polución a este cuerpo de agua.
Por otra parte, el personal de Pemex reparó los tres ductos que conducen gasolina y petróleo crudo que se fracturaron a la altura del poblado de Cuaxicala, en el municipio de Huauchinango; estos ductos son los principales abastecedores de gasolina para los estados de Puebla, Hidalgo y la Ciudad de México.
El personal de la paraestatal indicó que durante el fin de semana pasado llovió la misma cantidad que todo un año en la región, y que la inestabilidad del cerro Yelotépetl causaron el desprendimiento un millón de metros cuadrados de tierra.
La maquinaria de Pemex continuará trabajando para reabrir el camino a Cuaxicala, entre otras obras, como parte de los acuerdos con la comunidad que ya exigía el retiro de los ductos.
En la comunidad de El Tepetate, en Xicotepec, siguen sin tener atención del gobierno del estado a pesar de que continúan realizando “cadenas humanas” sobre el río San Marcos que el sábado derrumbó la única vía de acceso que tenían: un puente peatonal.
La población se está apoyando con una lancha, donde sólo caben el conductor y dos personas aunque la presidencia municipal del “Pueblo Mágico” de Xicotepec se comprometió a apoyar con dos lanchas más.