Pese a la caída global de la economía que se profundizó por la pandemia, la tasa inflacionaria global ha sido muy baja, la expectativa de los expertos era que la crisis económica provocaría efectos nocivos para el comportamiento de los precios, sin embargo, en un hecho sin precedentes ha ocurrido lo contrario, salvo economías como la Argentina, Venezuela o algunos lugares de África que venían desde los años 2018 y 2019 con alzas aceleradas de los precios. En general, la inflación no está fuera de control en el mundo, en el caso de México ésta fue para el mes julio de 3.66 por ciento, como lo reporta el Inegi, que se ubica en el rango establecido por el Banco de México (BM) para el año 2020. Pero, ¿qué es lo que explica tasas bajas de inflación en el mundo? ¿Qué ocurre en la economía mexicana?
Por lo regular, en las crisis económicas la tasa de inflación se dispara, tan sólo en México tras el famoso error de diciembre de 1994, ésta se disparó primero por la caída en la tasa de crecimiento (-)6.3 por ciento, mientras que la tasa de inflación de 1995 fue de 52 por ciento, es decir, los modelos económicos comprobaban que ante un escenario recesivo emerge casi de manera natural la especulación en los mercados, ya dependerá si estamos ante una crisis de oferta o si es de demanda, en ambos caso la reacción de los consumidores y de los productores coadyuva al crecimiento de los precios. Estos modelos están rotos en 2020, por una parte prácticamente todas las economías nacionales se desplomaron, para el caso mexicano la caída en el primer semestre del año fue de 10 por ciento por debajo de las expectativas de los expertos que pronosticaban caídas más profundas, situándola muy cercana al 20 por ciento anual. Aunque es significativo el desplome, éste se alinea a lo que está ocurriendo en el mundo, salvo China que tendrá un crecimiento al final del año, porque ni Estados Unidos, ni Europa, ni América Latina tendrán saldos positivos, pero el desplome no generó un efecto negativo en los precios globales de los productos.
Para el caso de Europa, según el registro en https://datosmacro.expansion.com/ipc-paises, en el primer semestre del año las tasas de inflación fueron: España, -0.6 por ciento; Francia 0.8 por ciento; Alemania, 0.9 por ciento, Reino Unido 0.6 por ciento; Suiza 1.2 por ciento. En América, por ejemplo: Estados Unidos, 0.7 por ciento; Brasil, 4.5 por ciento; Colombia, 3.2 por ciento; Costa Rica, -0.3 por ciento; Ecuador, -0.4 por ciento; Argentina, 42.8 por ciento; México, 3.55 por ciento; Canadá, 0.7 por ciento y Venezuela que se calcula fue de 2,296.6 por ciento. Por su parte, China tuvo en el primer semestre del año 3.8 por ciento, mientras que Japón -0.6 por ciento. Los países que más inflación tienen, a excepción de Argentina y Venezuela, se encuentran en África, aunque la pandemia no ha azotado ese continente como ocurre en Europa y América, las tasas son altas comparadas con el resto del mundo, por ejemplo: Líbano 89.7 por ciento; Angola, 21.9 por ciento; Nigeria 11.3 por ciento y Turquía, 11.8 por ciento. En general, se puede apreciar que la crisis económica mundial ha incidido de manera marginal en el comportamiento de los precios y eso debe fundamentalmente a que de manera simultánea se presentó una crisis de la oferta y la demanda, hecho económico pocas veces visto, por lo regular o se cae la demanda o se cae la producción, pero nunca juntas. Desde luego que se pueden apreciar distintas variaciones dependiendo del sector económico que se revise, el sector de alimentos no se cayó de manera global, pero el manufacturero y el de servicios y comercio prácticamente se pararon. El análisis por segmento sigue comprobando que el sector primerio presenta mínima variaciones y que sus efectos no inciden de manera exponencial en el índice de precios, no es que no haya aumentos en esos productos sino que al promediar se vuelven no significativos.
Para el caso mexicano, la inflación está controlada, no se dispararon los precios y las variaciones del mes de julio, donde ésta llegó a 3.66 por ciento, obedece a un aumento del precio del petróleo a nivel mundial que provoca un crecimiento en los energéticos, tal como se observa en los incrementos en la gasolina y el gas natural, aunado a un mayor aumento de la demanda de combustibles por la apertura gradual de la economía. Aun así son buenas noticias, a diferencias de las crisis anteriores la inflación no es un problema que agudice la caída de la economía. Evidentemente el fenómeno inflacionario que se está viviendo a nivel internacional requiere nuevos modelos teóricos para poder responder a los desafíos de una crisis mundial como la que estamos viviendo, los modelos ya no explican esta nueva circunstancia, ahora tendríamos que analizar los efectos de la deflación, es decir, cuando las economías tiene precios promedios negativos. Interesante el comportamiento de los precios en la pandemia y mucho más interesante será ver cómo será la recuperación.
Entre tanto, si se aplican las nuevas reglas del PRI, el gobernador Marco Mena no tendrá injerencia en la postulación del candidato a gobernador por su partido, ¿será así de fácil que el “primer priista” saque las manos del proceso sucesorio?, ¿será que el de arriba ya no esté en Palacio de Gobierno? Mientras en el PRI local se desgarran las vestiduras para lograr la candidatura, a nivel nacional los priistas están acorralados, empezando por Alito. Ver para creer.