El Consejo de Salubridad General anunció la determinación de emitir a partir de ayer y hasta el próximo 30 de abril el estado emergencia sanitaria para el país, cono motivo de la pandemia de Coronavirus que hasta este martes ya sumaba la cifra de mil 94 casos confirmados de contagio y 28 víctimas mortales.
La principal acción a seguir es el resguardo domiciliario voluntario, es decir, la permanencia absoluta en casa para ralentizar la curva de propagación de la enfermedad, como una estrategia para evitar infecciones masivas que saturen el sistema hospitalario del que dispone México.
Es necesario acatar al pie de la letra las indicaciones que brindan las autoridades federales del sector Salud, pues como ayer se dijo, el confinamiento volitivo de un mes es una medida drástica, pero de no aplicarse las consecuencias para el país en todos los ámbitos pueden ser sumamente negativas y extenderse más allá de un año.
Son momentos difíciles no solamente para los mexicanos sino para toda la humanidad, pues nos enfrentamos a un desafío desconocido y que pone en riesgo la vida de millones de habitantes del planeta.
Es también necesario que en esta adversidad se fortalezcan los lazos solidarios con las personas que resultan más vulnerables, no solo a nivel de salud, sino también económicamente, pues son muchos y muchas quienes al no poder salir de casa prácticamente tampoco tendrán una manera de llevar el sustento a sus familias.
Hay que hacer pues, acopio de entereza, de prudencia y de apoyo con nuestros semejantes para sortear esta crisis, la primera que ha puesto en vilo a todo el mundo en el siglo XXI.