Revisando la publicación de mi anterior colaboración en la versión on line de La Jornada de Oriente –Sin ideas ni ideales– me topé con una sorpresa: el texto estaba adornado con cinco promocionales, iguales, de la coalición Va por México colocados al inicio, costado derecho, intermedio y final; el motivo: la elección del pasado domingo. El promocional consistía en una fotografía dividida donde se aprecian los rostros de dos mujeres -una joven y otra madura- en distintas perspectivas de postura corporal pero aparentando estar frente una a otra; la propaganda electoral asentada en dicha fotografía mostraba la leyenda que da título a este artículo, tal cual, colocando bajo la palabra libertad los logotipos que distinguen a los partidos PRI-PAN-PRD; la abreviatura sobre la línea divisoria de la foto; y bajo la palabra comunismo, el distintivo del partido Morena. El hecho, de suyo extraordinario, me movió a la reflexión sobre la propaganda de esta naturaleza. Ignoro si quienes la idean, realmente saben el significado profundo de cada concepto y las razones por las cuales, según ellos, resultarían contrarios entre sí. Sus creadores no se ven en la necesidad de entrar en explicaciones ni discusiones que aclaren a la población el sentido, razón y significado de su contenido; el porqué de la apropiación del concepto libertad para unos partidos, y la atribución de comunismo para el otro. Filosófica y prácticamente ninguno de los conceptos es de fácil comprensión para el común de los mortales. Esta es la circunstancia que aprovecha la propaganda para hacer mella ideológica entre la ciudadanía a la que se dirige para inquietar, asustar, crear desasosiego, animadversión, hacia algo o alguien, aprovechando la desinformación o llano desconocimiento que pueda haber sobre tales conceptos.
Libertad nunca ha sido sustantivo univoco. Sus acepciones significativas más comúnmente aceptadas según el diccionario son:
a) Facultad y derecho de las personas para elegir de manera responsable su propia forma de actuar dentro de una sociedad; b) Estado o condición de la persona que es libre, que no está en la cárcel ni sometida a la voluntad de otro, ni está constreñida por una obligación, deber, disciplina; c) Permiso o falta de impedimento para hacer una cosa; d) Confianza para tratar con las personas, sin necesidad de emplear formalismos ni etiquetas. El auxilio informativo de Wikipedia brinda esta conceptualización: “Libertad es la facultad o capacidad del ser humano de actuar según sus valores, criterios, razón y voluntad, sin más limitaciones que el respeto a la libertad de los demás. Hay libertad cuando las personas pueden obrar sin coacción y opresión por parte de otros sujetos. La libertad conlleva un sentido de responsabilidad individual y social. Por lo tanto, existe una relación entre la libertad y la ética, ya que actuar en libertad no es dejarse llevar por los impulsos, sino obrar con conciencia en pro del bien propio y común. La libertad es un concepto construido por la sociedad para alcanzar una convivencia plena y constructiva”.
Establece como características de la libertad: 1.- La libertad se caracteriza por oponerse a los sistemas de opresión creados por los seres humanos para controlar e instrumentalizar a sus iguales. Se opone a la esclavitud, la servidumbre forzada, la coacción, la manipulación, el chantaje, la amenaza y la vigilancia constante. 2.- La libertad implica el derecho a decidir por sí mismo acerca de sus intereses, creencias, opiniones y acciones. 3.- La libertad se defiende como un derecho humano fundamental en la medida en que respetarla es garantía de paz, bien común y progreso individual y social. 4.- La persona libre es responsable de sus propios actos y necesidades, pero también de las consecuencias de sus acciones ante la sociedad. 5.- El ideal de la libertad orienta las acciones humanas hacia el diálogo, la comprensión, el respeto y la tolerancia. La libertad inspira la construcción de un modelo de sociedad abierta y democrática, que aspira a la paz. 6.- La libertad de una persona encuentra sus límites en el derecho a la libertad de los otros. El ejercicio de la libertad no nos exime de la obligación de atender nuestras necesidades básicas. 7.- Un buen ejercicio de la libertad pasa por tener a mano toda la información necesaria para hacer las mejores elecciones. ¿Acaso los creadores de esta propaganda tomaron en consideración estas reflexiones para elaborarla? No; su lema de acción es menos complejo. Por libertad, en las condiciones actuales del desarrollo económico, entienden las de empresa y comercio que colocan a los seres humanos y la naturaleza en condición de objetos de compraventa. ¿De cuáles características de la libertad gozan los trabajadores en el sistema económico capitalista de explotación del trabajo asalariado?
En la propaganda colocan la palabra comunismo como adversaria de la libertad. En rigor podría prescindirse de las dos palabras si, socialmente, halláramos la forma de resolver los problemas sociales que minan nuestra existencia como sociedad sustituyéndolas por una sola: respeto. Sin embargo, la libertad del capital en su afán de acumulación no respeta nada, ni a nadie. Los creadores del comunismo científico, Carlos Marx y Federico Engels, en el Manifiesto del partido comunista, dicen: “¿Qué es el comunismo? Es la doctrina de las condiciones de la liberación del proletariado. (…) El comunismo no arrebata a nadie la facultad de apropiarse de los productos sociales; no quita más que el poder de sojuzgar por medio de esta apropiación el trabajo ajeno”. Es decir, el comunismo también busca una libertad: la liberación del proletariado. ¿Dónde está, pues, la diferencia o contradicción conceptual que justifique que esta propaganda política oponga libertad vs. comunismo? Destaca esencialmente una, que se vino acentuando inmediatamente después que, en 1789, la burguesía triunfante en la Revolución Francesa, perversamente modificara el sentido auténtico y verdadero de los conceptos que fueron su bandera de lucha frente al régimen feudal, libertad, igualdad, fraternidad: circunscribir la libertad al ámbito de los individuos, de las personas físicas y jurídicas privadas que conforman la clase dominante, negándolos a la clase dominada conformada por las mayorías sociales. La doctrina del comunismo, entonces, alude a la liberación de los individuos -mujeres y hombres- de esta clase social -el proletariado- respecto de aquellos que sojuzgan su trabajo productivo como medio de subsistencia. La realidad social indica que vivimos en una sociedad edificada sobre la base del trabajo asalariado, carcomida por la división social de clases (burguesía y proletariado, o 1 por ciento y 99 por ciento), y una abominable desigualdad económica, política y social que causa todos los males de descomposición humanitaria que la aquejan, debido a la eterna lucha que generan, una por mantener su estatus de privilegios, y otra por romperlo en aras sólo de vivir dignamente. Oponer libertad a comunismo no es parte de un conflicto electoral, se trata del conflicto histórico por alcanzar un modelo de sociedad más igualitaria.
Decía Abraham Lincoln: “Nosotros, todos, estamos por la libertad; pero empleando la misma palabra no expresamos la misma cosa. Para algunos, la palabra libertad puede significar que cada hombre haga lo que quiere de sí mismo y del producto de su trabajo; mientras qué, para otros, la misma palabra puede significar que algunos hombres hagan lo que les dé la gana con otros hombres y con el producto del trabajo de éstos…”. Frente a la terrible concentración de riqueza de las élites y la pobreza de las grandes mayorías, los evocadores de la libertad alzaron las banderas de la igualdad de los individuos ante la ley y los derechos humanos, bajo cuyo régimen el modelo de producción asalariada se mantiene intacto. Con libertad, los partidos políticos que antes fueron gobierno, operaron el manejo empresarial del Estado como modelo de negocios para hacer y deshacer las finanzas públicas, amasar fortunas, cometer fraudes electorales, desencadenar la delincuencia social, organizada, y de alta esfera; crecer la pobreza, precarizar el trabajo, privatizar la seguridad social, ciencia y salud; destruir la naturaleza y el medioambiente; en suma, libremente, derrumbaron los valores humanos. Espantar con la presunta dicotomía entre libertad y comunismo implica, nada más, que quienes concentran la riqueza y controlan la economía desean mantener su libertad, cual iglesia sobre pirámide, encima de la libertad del pueblo trabajador mediante la opresión vital que deriva del trabajo asalariado. El comunismo sólo aspira a que cada quién viva de su trabajo sin que la apropiación de su producto otorgue poder a unos para sojuzgar el trabajo de otros. Temen al comunismo los que, por sus métodos de acumulación de riqueza, viven en la holganza y se niegan a trabajar para ganar el sustento como cualquier otro ciudadano. Lo demás son fake news.