Tras tres meses de permanecer cerrado por trabajos de remodelación que fueron modificados, pues se disminuyó el alcance del proyecto, este sábado fueron retirados los muros de madera que cercaban al zócalo de la ciudad de Puebla.
En consecuencia, el flujo de visitantes al primer cuadro de la ciudad aumentó considerablemente, durante este fin de semana, aunque la apertura oficial de la zona se programó para este lunes.
Fue durante el transcurso del sábado, cuando empleados de la empresa Galber S.A de C.V. se dedicaron a retirar las estructuras de madera que fueron colocadas en marzo pasado con el fin de delimitar el espacio en el que la comuna capitalina y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) realizarían trabajos de mejora.
Paulatinamente, los empleados retiraron las tablas que por tres meses sirvieron para que grupos de activistas que pugnan por encontrar a personas desaparecidas, así como feministas, entre otros, expresaran sus consignas.
Las obras de remodelación del zócalo de Puebla iniciaron durante la segunda quincena del mes de marzo. Posteriormente, el 18 de junio –tres meses después–, la Sedatu anunció la cancelación de los trabajos –a la par de la remodelación del mercado de Amalucan–, tras una confrontación entre el gobierno municipal a cargo de Claudia Rivera Vivanco, y la administración estatal que preside el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, ambos de Morena.
El proyecto inicial contemplaba una inversión por 60 millones de pesos que se redujo a 11 millones que se destinarían únicamente al mantenimiento de monumentos históricos, a la renovación de lámparas y mobiliario, siempre que este haya concluido su ciclo de vida.
“La intervención contempla solamente la restauración de monumentos, fuentes, mobiliario urbano y luminarias. También la mejora de instalaciones hidráulicas y eléctricas, así como de áreas verdes y vegetación. Se contempla también una limpieza y mantenimiento del piso de la plaza”, señaló la dependencia en un comunicado emitido en esa fecha.
Inicialmente la obra tenía previsto también la renovación de pavimentos, la cual ya no se concretó debido a la reducción de alcances.
En su comunicado la Secretaría afirmó que cuenta con un inventario de las lajas consideradas históricas que forman parte de la plancha para evitar que se perdieran.
La madera que fue retirada será trasladada al proyecto de la Hidroeléctrica Carmela en la colonia San Isidro Castillotla, al sur de la ciudad, el cual contempla una casa de cultura, un ágora, un cicloestacionamiento, mercado y parque.