Antonio Gali Fayad en campaña ofreció que el próximo titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) será un maestro de carrera como una manera de satisfacer a las bases del magisterio. Un candidato a ocupar esa posición es el ex secretario general del SNTE 51 y actual diputado local, Cirilo Salas Hernández, pero resulta que de manera sorpresiva quienes más se han opuesto a ese posible nombramiento son las cúpulas de las dos secciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que habrían llegado a externar que no les importa que se eche abajo el compromiso de colocar a un docente en ese puesto, a cambio de que no se designe al legislador en cuestión.
El anterior es uno de tantos rumores que se han desatado en los corrillos del sector educativo como parte de la disputa por el control de la SEP y el relevo en las dirigencias de las secciones 23 y 51 del SNTE, mismas que habrán de renovarse a finales del presente año.
Hasta no hace mucho, Cirilo Salas parecía el candidato idóneo para ocupar la SEP: tenía una relación cordial con las dirigencias locales y nacional del SNTE, ha sido un disciplinado miembro del grupo morenovallista y es un maestro de carrera, conocido ampliamente en las bases del magisterio.
Ahora parece haber cambiado esa condición, pues se dice que los dirigentes de las dos secciones del SNTE habrían externado al gobernador electo que estarían de acuerdo en que Patricia Vázquez del Mercado Herrera siga al frente de la SEP en la próxima administración del Poder Ejecutivo, como una manera de evitar la llegada de Cirilo Salas.
¿Qué provocó ese cambio?
¿Por qué Cirilo Salas dejó de ser el candidato ideal del SNTE para ocupar la SEP?
La respuesta se encuentra en la lucha interna que ya existe entre las corrientes políticas del SNTE por el control de las dirigencias locales del sindicato.
Se dice que el yerro que cometió Cirilo Salas fue empezar a apoyar a Dinorah García Hernández, una polémica profesora que ha manejado los dineros del sindicato y que tiene un poderoso grupo político, pero al mismo tiempo ha estado involucrada en el tráfico de plazas, en otorgar puestos de maestros a parientes y amigos de sus familiares, y por tener una condición económica muy superior a la que tienen los maestros en general.
Dinorah García ya en una ocasión compitió por la secretaría general del SNTE 51 y fue derrotada por Cirilo Salas Hernández, quien ahora la estaría apoyando para que sea la sucesora del actual dirigente, Jorge Luis Barreda de la Rosa.
El segundo intento de Dinorah García de buscar la secretaría general del sindicato cayó como balde de agua fría en las dos dirigencias del sindicato, ya que esta mujer que gozó de mucho poder en el sexenio de Mario Marín Torres atropelló a muchos maestros para lograr sus objetivos, que era controlar la asignación de plazas de docentes.
Por eso ha brotado una importante oposición a que esta mujer no siga avanzando en su nuevo intento de ser dirigente del SNTE 51.
Mientras surgen estas intrigas, otro rumor que se ha esparcido es que quien podría regresar a la SEP por la puerta de atrás –en el gobierno de Gali– es Darío Carmona García, el secretario de Educación en el sexenio de Mario Marín Torres y quien ahora es un converso al morenovallismo.
Se dice que Darío Carmona podría ocupar la Subsecretaría de Educación Superior, como una manera de que el próximo gobierno lleve una relación cordial con las universidades, luego de que en el actual sexenio existieron constantes enfrentamientos entre los rectores de instituciones de educación superior y la SEP, como consecuencia de la ineficiencia, autoritarismo y corrupción que priva en esa dependencia.
Darío Carmona fue de los primeros marinistas que traicionó al PRI y se pasó del lado del morenovallismo. A lo largo del presente sexenio fue un importante asesor de la SEP.
Ahora se buscaría que siga siendo un pilar de la estabilidad de la dependencia rectora del sistema educativo, sin importar quién sea el próximo titular de la SEP.