Lunes, diciembre 2, 2024

¿De verdad se está recaudando tanto? –Sobre las cuentas alegres de recaudación y la realidad cotidiana–

Destacamos

Si la gran carga de intereses del Estado  es mayor que el plus de ingresos  generado por el crecimiento económico,  es inevitable un nuevo endeudamiento  del Estado ya sólo para el pago de los  intereses. Pero un endeudamiento que crece sin cesar lleva al deterioro de las finanzas del Estado y, … a la bancarrota fáctica del Estado”.

Hans Kung 

Una cosa son las cuentas alegres que se dictan en la palestra y otra es la realidad, y es el caso de la recaudación de las contribuciones. En el ambiente generalizado, y sin que le conste a muchos, se ha sostenido que, las metas recaudatorias están cumpliéndose, a decir de los titulares de la hacienda pública, sostienen que se ha logrado recaudar a las grandes empresas, que gracias a la recaudación de contribuciones pendientes de cobro de los ejercicios fiscales pasados se logró sacar a flote, por ejemplo, el ejercicio fiscal de 2020, el año de la pandemia, y que desde esa fecha se ha batido récord de recaudación de las contribuciones federales, principalmente, con las grandes empresas. Pero, ¿a los ciudadanos de a pie nos consta esa recaudación rompiendo récord? 

Pudiera ser que la realidad sea otra, que lejos de romper récord de recaudación, por el contrario, no se esté recaudando lo suficiente y lo que está creciendo es el incremento del endeudamiento del Estado, simplemente con lo que se vive día a día en las oficinas hacendarias de todo el territorio nacional, se puede sacar algunas conclusiones al respecto de que no existe esa alta recaudación y que, simplemente es simbolismo político. 

Para poder recaudar contribuciones por parte del Estado se requiere que se transmita certidumbre por parte de las autoridades fiscales a los contribuyentes, a lo que se le denomina seguridad jurídica desde el ámbito jurídico. Pero, esto no se cumple, por muchas razones, la corrupción que no tiene límite, la falta de experiencia de los servidores públicos de alto cargo, la incorrecta interpretación de las leyes, las contradicciones de las propias leyes, un sistema tributario de cabeza. Pero, una simple muestra es que, no sucede como en antaño que se acudía a la oficina pública a la hora que el contribuyente contaba con la oportunidad de acudir, por el contrario, ahora es por citas, las cuales se requiere solicitarlas, y el sistema esta colapsado, es decir, no hay citas disponibles para aperturar empresas, para contar con la firma electrónica, para solicitar algún trámite, y no hay citas, porque no hay personal, pues si se acude a las oficinas públicas no se observa que estén colapsadas de personas haciendo fila o bien, siendo atendidas. El número de personas que acude es muy rutinario, en ocasiones, ni personas hay. Por ende, la urgencia de muchos se vende, se comercializa, por lo cual se cae hasta para hacer una cita ante la autoridad fiscal en la corrupción. Y, esto es reconocido por la anterior titular del SAT, que insistentemente sostuvo la existencia de esa problemática, pero se fue de ese cargo público y no se resolvió el problema, por el contrario se ha incrementando.  

Si desde una  cita se complica y pierde certidumbre ante las oficinas de las autoridades fiscales, qué se puede esperar de lo demás, revisiones, embargos, requerimientos, aclaraciones, interpretaciones de la aplicación de la ley, cálculos, etcétera, lo cierto es que, es una muestra palpable que no existe esa recaudación masiva que tanto se pregona. 

Además, sin necesidad de acudir a los datos estadísticos de las oficinas de las autoridades fiscales, porque pudieran estar maquillados, se ha disminuido considerablemente el personal en esas dependencias públicas, por lo cual no se dan abasto con cumplir con dar el servicio que requieren los contribuyentes, por ende, miles de trámites, sino es que millones de ellos se encuentran rezagados, parados y sin movimiento alguno, ¿Cuántos contribuyentes cuentan con certificados de sellos digitales revocados por años, porque no se puede llevar a cabo una simple verificación del domicilio fiscal?, ¿Cuántos contribuyentes no pueden presentar sus declaraciones por no contar con firma electrónica atendiendo a que, no hay citas para resolver algún tramite  insignificante?. ¿En verdad, existirá esa recaudación que tanto se propaga? 

Pero, eso no es todo, la legislación se encarga de evitar la recaudación, pues lejos de que la legislación fiscal sea un instrumento para facilitar los tramites y desde luego, que fluya con rapidez el cumplimiento de las obligaciones fiscales, sucede lo contrario, en esa legislación con que se cuenta, que no es otra cosa mas que un “derecho fiscal de la sospecha”. Resulta que la propia legislación, asombrosamente, establece una serie de impedimentos para que los contribuyentes simplemente cumplan con sus obligaciones fiscales. Tal es el caso de esa aberración jurídica, digna de los tiempos de la cacería de brujas alemana de la edad media, consistente en que el certificado del sello digital y la firma electrónica no se pueden reexpedir o renovar a las personas morales si es que, el socio cuenta con algún impedimento para contar con esas claves tecnológicas, por lo cual, el efecto de la irregularidad del socio, se extiende a la persona moral, algo verdaderamente inaudito, que propiamente es inconstitucional. A todo esto aun hay que adicionar que, en el ambiente tributario hay un ambiente excesivo de corrupción y paralelamente de temeridad para muchos servidores públicos de aprobar algún trámite a los contribuyentes, porque se presume que hay algún arreglo con ellos. Así, el ambiente tributario en los tiempos de la administración publica federal de “la esperanza de México”, es propiamente; sin esperanza tributaria. Con estos simples ejemplos, no hay más que sostener que queda en tela de duda que se este cumpliendo con las metas recaudatorias de las contribuciones, sino es que, por otro lado, lo que se está rompiendo récord es con los préstamos requeridos para tanto dispendio en las pensiones denominadas “no contributivas” que se han implementado en México y tienen la economía nacional en un vilo. (Web: parmenasradio.org) 

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