Si bien entre los años 2003 y 2012 ha incrementado en 70 por ciento la participación de empresas instaladas en la entidad en el Programa de Vinculación entre el sector productivo y las instituciones educativas que impulsa el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), los inversionistas aún no confían en las bondades de este esquema para mejorar e innovar sus sistemas de producción.
Así lo dio a conocer el subdirector de Negocios e Innovación del Conacyt, Víctor Guillén González, quien abundó que la falta de una mayor vinculación entre los sectores productivo y educativo para el desarrollo de proyectos de manera conjunta, se nota en que de las 12 propuestas que recibieron financiamiento este año por parte del organismo, sólo siete lo realizarán juntos.
Observó que dicha situación ubica a Tlaxcala en el lugar número 25 a nivel nacional en el rubro de vinculación empresas– instituciones educativas para el desarrollo de ciencia y tecnología, de ahí que consideró necesario que los empresarios “empiecen a creer” más en este tipo de estrategias para mejorar e innovar sus sistemas de producción.
“En el programa suceden dos situaciones importantes, cuando una empresa quiere participar puede presentar un proyecto vinculado con una institución educativa o un centro de investigación o de manera individual. La ventaja de que sea vinculado es que pueden acceder a un mayor apoyo”, precisó.
De acuerdo con el funcionario federal, también es necesario que las autoridades den una mayor difusión de los apoyos oficiales a los que pueden acceder las empresas a través de estos esquemas del Conacyt.
“Nosotros como programa, el recurso se da de acuerdo con la demanda que hay en proyectos y la demanda se da con base en el trabajo que hacemos, por una parte, el Conacyt, pero sobre todo el gobierno del estado para buscar a sus empresas y hacerles que crean en el programa, que es muy difícil”, indicó.
Guillén González reveló que el financiamiento que puede autorizar el Conacyt para el desarrollo de proyectos a una empresa es de hasta 70 por ciento; sin embargo, el otro 30 por ciento debe ser aportado por el empresario “y no se arriesgan, no se atreven. En la medida que crean que el apoyo se da a través de un proceso muy claro, depende de la calidad de los proyectos”.
Explicó que el programa apoya proyectos de desarrollo tecnológico e innovación, mejoras o nuevos productos, por lo que “les beneficia en que algo que una empresa tenía planeado desarrollar en un futuro”.