En la última semana suman cuatro policías de los municipios de Rafael Lara Grajales y Nopalupan que han sido levantados por la delincuencia organizada.
El caso más reciente se presentó este fin de semana, cuando dos agentes a bordo de sus motocicletas en la localidad de Santa María Ixtiyucan, perteneciente a Nopalucan, fueron levantados por un comando que los golpeo y desarmó para después liberarlos bajo amenazas.
En septiembre pasado fue asesinado el edil electo de Nopalucan Félix Aguilar y el pasado fin de semana fueron levantados dos uniformados más.
Por esta razón, pobladores de Ixtiyucan se manifestaron en la presidencia municipal donde exigieron el ingreso de la Guardia Nacional, pues en la región se han aumentado los robos a mano armada a negocios y transeúntes, robo al tren, entre otros delitos.
Los hechos ocurrieron el viernes cuando los uniformados circulaban en la carretera que comunica a Nopalucan con la localidad de Lara Grajales, en donde fueron interceptados por hombres armados a bordo de una camioneta negra.
Las autoridades municipales informaron que los desconocidos amagaron a los policías para después trasladarlos a un paraje cercano al municipio de Acatzingo, donde los despojaron de sus armas, los golpearon y después huyeron.
Debido a que los agentes no se reportaron en varias horas, miembros de la Gendarmería Nacional, conformada por la Policía Federal y el Ejército Mexicano, iniciaron un operativo de búsqueda hasta que los localizaron.
Tras los hechos, en los accesos a los dos municipios referidos se colocaron puntos de revisión que causaron sorpresa entre los habitantes.
El pasado 7 de septiembre dos comandantes de la Policía Municipal de Nopalucan fueron levantados por un comando que baleó la patrulla en la que viajaban para luego abandonarlos.
Los mandos policiacos regresaron al día siguiente a la comandancia a bordo de su unidad, luego de ser liberados.
El levantón ocurrió alrededor de las 21 horas, cuando se reportó una balacera en Santa María Ixtiyucan, por lo que los comandantes Carlos y Alejandro acudieron al sitio a bordo de la patrulla 112.
Fue entonces que los uniformados estuvieron desaparecidos por varias horas, hasta que aparecieron a las 4 horas del día siguiente, cuando por su propio pie se presentaron a la comandancia de Nopalucan. Los agentes expusieron que los hombres armados conducían una camioneta que les cerró el paso, mientras que otra se colocó detrás para sacarlos de la patrulla por la fuerza.
Los uniformados precisaron que horas después fueron liberados para regresar a la comandancia. Más tarde fueron trasladados a un hospital para ser valorados y atendidos.
De acuerdo con los primeros reportes, la patrulla tenía al menos nueve impactos de bala en las puertas y parabrisas.