El concebir a la cultura como uno de los cuatro pilares de una ciudad al lado de los aspectos sociales, económicos y ambientales, y pensarla además como un tema transversal que es capaz de cruzar las diferentes áreas de las administraciones municipales, es el objetivo de la llamada Agenda 21 de la Cultura, un programa diseñado por la comisión de cultura de la red mundial de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU).
La ciudad de Puebla fue incluida en la Agenda 21 de la Cultura como un nuevo miembro en la categoría Ciudades Piloto, ello a través del Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC) que luego de 18 meses de trabajo, pudo lograr su inclusión a este proyecto internacional que representa a 240 mil ciudades, regiones y metrópolis, y a más de 175 asociados de gobiernos locales y regionales de 140 países.
Lo anterior fue informado por la directora del IMAC, Anel Nochebuena Escobar y Enrique Glockner, miembro de la red mundial CGLU, quien señaló que la Agenda 21 de la Cultura es un programa que nació hace 13 años, el 8 de mayo de 2004 en la ciudad española de Barcelona, días después de una reunión entre los miembros de la CGLU ocurrida en París, Francia.
“Se trata de poner a la cultura en la agenda de las políticas desde una forma distinta: aquella que hace que la cultura sea parte del desarrollo, a la par que la economía, lo social y lo ambiental, es decir, que se convierta en el cuarto pilar del desarrollo de una ciudad”, dijo el especialista en el tema.
Explicó que la Agenda 21 de la Cultura es una herramienta de gestión que trata de resolver los problemas locales, en acciones que impliquen una mejora integral en el ámbito municipal y se realizan con “una visión incluyente en diversas dimensiones, comprometidos con los derechos humanos, la diversidad cultural, la sostenibilidad, la democracia participativa y las generación de condiciones para la paz”.
Acotó que dicha herramienta se aterriza en 100 acciones contenidas a su vez en nueve compromisos concernientes a los derechos culturales; al patrimonio, diversidad y creatividad; a los binomios cultura–educación, cultura– medio ambiente y cultura–economía; a las tríadas cultura–igualdad–inclusión social, cultura–planificación urbana–espacio público y cultura–información–conocimiento; así como gobernanza y cultura.
Enrique Glockner mencionó que esta agenda se basa además en un proceso de evaluación constante por parte de los gobiernos, mismo que comenzó con un “autodiagnóstico radar” para conocer la situación de la administración interesada en ser incluida en la agenda.
A pregunta expresa sobre si al ser un programa global existe un riesgo de homogeneizar a las ciudades que aplican dicho proyecto, el miembro del CGLU afirmó que no, que la “visión de la agenda no es globalizadora ni busca homologar a sus miembros”.
Más bien, complementó que uno de sus intereses es “identificar las áreas de oportunidad, las particularidades” de cada ciudad y sus habitantes en asuntos como la acción social, lo patrimonial tangible e intangible, la cultura viva, entre otros aspectos. “Siempre existen los riesgos, las tentaciones de que al escuchar la palabra global signifique la intención de hacer estándares globales, aquí más bien se piensa globalmente para actuar localmente”, finalizó Glockner.
Por su parte, Anel Nochebuena puntualizó que para ser incluidos en la Agenda 21 de Cultura, el Instituto Municipal de Arte y Cultura realizó un proceso largo que comenzó con Antonio Gali Fayad como presidente municipal y continuó con Luis Banck Serrato, el actual edil.
Precisó que las acciones del IMAC fueron evaluadas así como fue diagnosticada la forma de trabajo y la manera en que la cultura, a través de áreas como la subdirección para la no violencia, por ejemplo, se interrelacionan con otras áreas del ayuntamiento capitalino.
Destaca que del 10 al 13 de mayo en Jeju, República de Corea, se hará la segunda cumbre de la CGLU titulada Compromisos y acciones para la cultura de las ciudades sostenibles.