1
Humo azul.
Música de los rescoldos.
Se eleva y acumula
para dejarse caer
sobre la ceniza.
2
Ah la sequedad
ese mal del corazón quebrantado.
Tanto pesa la aridez
que se hunde
hasta quemar de raíz
la melodía.
3
Si aire hemos de comer
los millones de humanos
que deambulamos en el desierto,
que el soplo de nuestro penar
nos sustente la vida
para que un día,
quizás mañana,
despertemos con la certeza,
clavada entre pecho y espalda,
de que estamos solos
y sólo haciendo pueblo nos amparamos.
Dejemos de llorar ceniza
que cada bocado de aire, alienta.