A un ritmo acelarado, miles de viviendas de interés social se han construido en los últimos 10 años en los límites territoriales de los municipios de Coronango y Cuautlancingo, lo cual resultó un éxito para las inmobiliarias y una pesadilla para los trabajadores de bajos ingresos que las adquirieron.
Solo un grupo de desarrolladores ha obtenido los permisos y licencias de construcción para edificar viviendas con características comunes: mala calidad, aislados, sin transporte público, servicios básicos ni áreas verdes, carentes de vías de comunicación, escuelas, mercados y seguridad.
Entre estas constructoras privilegiadas se encuentran Casas Geo, Homex y Grupo Sare, esta última calificada como la peor a nivel nacional, según el Índice de Satisfacción del Acreditado (ISA) del Infonavit.
Lugares como Misiones de San Francisco y Galaxias Almecatla se han convertido en auténticos guetos, debido a que sus propietarios han decidido abandonar las casas e iniciar procesos legales en contra de las empresas.
Estas pequeñas ciudades han concentrado de manera desproporcionada hasta 30 mil habitantes, la mayoría empobrecidos, que convierten a estos conjuntos habitacionales en centros para delinquir.
En 2014 el Infonavit informó que en sólo cinco municipios del área metropolitana a Puebla, se encuentran más de 7 mil 226 casas abandonadas, la mayoría en Cuautlancingo y Coronango.
A pesar de las denuncias que enfrenta por fraude, la constructora Grupo Sare inició una campaña publicitaria en la capital para la venta de dos mil casas, que forman parte de la segunda etapa del conjunto habitacional Galaxias Almecatla.
El conjunto de viviendas se encuentra asentado en la colonia Nueva Alemania, a un costado del río Atoyac y del Parque Industrial Finsa, en terrenos de uso industrial.
En 2011 el entonces presidente municipal de Cuautlancingo, Filomento Sarmiento Torres, informó que la suspensión de la licencia de construcción a la inmobiliaria fue debido a que el fraccionamiento no se encuentra municipalizado y carece de todos los servicios básicos.
Sin embargo, la empresa continuó con la edificación de las casas, aunado al litigio que enfrenta por parte de algunos habitantes que acusaron a Grupos Are de fraude por el mal estado en que entregó las viviendas con un precio aproximado de 350 mil pesos.
Representes de Grupo Sare informaron incluso que ya no ampliarían el número de viviendas en el fraccionamiento en mención, pese a que el proyecto inicial comprende la edificación de más de 4 mil viviendas en total.
El año pasado autoridades de Cuautlancingo confirmaron que el fraccionamiento contabiliza más de 2 mil casas, pero Sare les notificó que no construirá más, porque supuestamente vendió los terrenos a empresarios del Parque Industrial Finsa.
Desde que se construyó en 2009 la primera sección de Galaxias Almecatla, La Jornada de Oriente ha documentado la serie de denuncias expuestas por familias que han sido defraudadas.
A pesar que han pasado seis años, los propietarios de este conjunto habitacional continúan quejaron de la falta de servicios y fallas estructurales en sus viviendas.
Los colonos hicieron público que son deficientes los servicios de alumbrado, vigilancia, áreas verdes, escuelas, y que no cuentan con barda perimetral que protejan las casas.
María Elena Gutiérrez, oriunda de Veracruz y vecina de este lugar, señaló que en temporada de lluvias salen a relucir las goteras en su casa y la excesiva humedad en el baño, que carece de ventilación.
Esta mujer decidió comprar en Galaxias Almecatla por la cercanía de su trabajo, en el Parque Industrial Finsa, pero sobre todo pensando en sus hijos, pues les prometieron la instalación de un jardín de niños y una primaria.
Sin embargo, después de estos años la empresa no ha cumplido sus promesas. Incluso se sabe –sin ser un asunto oficial– que Galaxias habría sido vendido al Conjunto Inmobiliario Parnelli.
Otra habitante afectada comentó que la cercanía con el río Atoyac, a unos 100 metros de distancia de las viviendas, ha generado que algunas personas presenten irritación en los ojos y garganta, por la contaminación que se agrava con las lluvias y el desbordamiento del drenaje en las calles.
Por otro lado, los colonos denunciaron que la unidad habitacional se inunda en cada temporada de lluvias, debido a que no cuenta con red pluvial.
Añadieron que han invertido dinero en la restauración de las casas, que les entregaron con cuarteaduras y sin red de drenaje público.
En varias ocasiones, los vecinos realizaron bloqueos carreteros para que la inmobiliaria se comprometiera a modificar el sistema de agua potable de su proyecto, para que éste no se conecte a la red de la colonia Nueva Alemania, así como a introducir 250 metros de drenaje sanitario en los dos accesos principales del fraccionamiento.
A pesar de ello los empresarios de Sare se han mostraban indiferentes para atender las problemáticas.