Si existiera impulso gubernamental a la producción de la vainilla en México, la cosecha de este orquídea aromática y su proceso de secado o “beneficiado” podría frenar la migración de la población hacia los Estados Unidos de Norteamérica, con la generación de empleos bien pagados en comunidades de alta marginación.
Así lo consideró el doctor Braulio Édgar Herrera Cabrera, responsable del proyecto sistema producto vainilla en el Colegio de Postgraduados (Colpos) campus Puebla, quien además dijo que nuevos estudios revelan que la planta también tiene propiedades anticancerígenas.
Actualmente, el genetista reveló que una tonelada de vainilla “beneficiada” es pagada entre 8 y 10 millones de pesos en el mercado internacional.
Comparó que mientras las autoridades impulsan principalmente la siembra de maíz en México, que es pagada en 3 mil 500 pesos, la tonelada; la vainilla se encuentra olvidada a pesar que un tonelada de producto verde es vendida hasta en 400 mil pesos.
Debido a esta situación, el Colpos Puebla, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) firmaron un convenio en 2012 para poner en marcha el proyecto “Estrategia de investigación aplicada para el fortalecimiento, innovación y competitividad de la producción de la vainilla en México” que busca en la región del Totonacapan cuadriplicar el cultivo de esta vaina aromática.
A un lustro del inicio del proyecto, el investigador Édgar Herrera concluyó que fueron detectados seis diferentes aromas de la flor, con notas dulces, florales, achocolatadas, a canela, suaves e intensas a vainilla; además de cinco clones identificados a secuenciación molecular, a la que se les denominó quimiotipos.
Édgar Herrera informó que también lograron la polinización mecánica de la flor, a través de un palillo, y se creó una bolsa plastificada especial para mantener la inocuidad y calidad de la vainilla hasta su beneficiado.
A través de un estudio satelital, reveló que la región de Papantla en el estado de Veracruz, no es la mejor zona para su producción debido a que la vainilla “aborta” el fruto por sus altas temperaturas que superan los 37 grados.
“La vainilla no debe cultivarse en selva húmeda, sino en un clima semi–cálido húmedo y subhúmedo, utilizando como tutor para enredar la planta a los naranjos o zapote reventador”, dio a conocer.
Luego de darse a conocer el resultado de los estudios, dijo que se hará saber la información a las autoridades federales para proponer la rezonificación de la siembra de la vainilla en el país, que por tradición ocurría en los límites de Puebla y Veracruz.
Sin embargo, reconoció que el proceso de “beneficiado” debe continuar en la región de Papantla, en Veracruz, para garantizar el control de calidad de su secado.
Durante la entrevista, Édgar Herrera precisó que el tiempo de maduración de la vainilla es de nueve meses, similar al de la mujer en un proceso de embarazo, y la caída del producto generalmente sucede en los primeros tres meses.
El profesor investigador sostuvo que la cercanía al Golfo de México provoca las altas temperaturas, y por lo tanto la siembra de la orquídea debe darse más al centro del país. Mientras que aseveró hay una variación genética en el aroma de la vainilla de la que incluso nuestro país podría vivir.
El proyecto nacional que tuvo un costo de 1 millón de dólares, fue un trabajo coordinado por científicos multidisciplinarios de 16 departamentos de 10 universidades de prestigio, como la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la UAP, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, la Universidad Intercultural de la Sierra del estado de Puebla, el Comité Sistema Producto Nacional de la Vainilla, el Instituto Nacional de Ecología, y el Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada, entre otros.
Actualmente, informó que es el estado de San Luis Potosí donde se concentra la mayor producción de vainilla en México, tras la implementación de un proyecto por parte del Colpos que logró elevar el precio de la vainilla verde de 80 a 400 pesos el kilogramo.
Mientras –indicó– Puebla se encuentra entre los primeros cinco lugares a nivel nacional por el número de producción.
El doctor Édgar Herrera indicó que en el país se producen entre 250 y 500 kilogramos de vainilla por hectárea, y el propósito es que con este proyecto se incremente a dos toneladas en el mismo terreno.
A pesar que México es reconocido como el centro de origen y domesticación de la vainilla, que precede de la época prehispánica, el investigador del Colpos finalmente dijo que el país aporta menos de 1 por ciento de su producción mundial, siendo Madagascar, India y Nueva Guinea los países que controlan el mercado internacional.
“México es el centro de origen de la vainilla y las autoridades no le dan la importancia que merece”, concluyó.