Luis Vázquez León, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología (CIESAS), advirtió que los grupos de autodefensa que operan en territorio michoacano responden a los intereses económicos y políticos de Estados Unidos, país que busca con ese tipo de movimientos frenar la participación de China en la extracción de minerales en México.
En una entrevista con La Jornada de Oriente, que concedió previo a la presentación de su libro Palerm en sus propias palabras, en el que colaboró el académico de la UAP Ricardo Téllez Girón, explicó que el objetivo principal de los colectivos de civiles armados fue frenar a los caballeros templarios porque exportaban hierro al país asiático.
“Ellos controlaban las minas y la producción estaba yendo directamente a China desde el puerto Lázaro Cárdenas; es un asunto de gran escala, y el combate al narcotráfico se convirtió solo en una excusa”, manifestó el especialista, quien conoce de cerca Michoacán porque ha realizado diversos trabajos de análisis en la zona en materia de gobierno indígena, así como en el tema de patrones de inclusión y exclusión étnicos.
Una muestra de que el combate a la delincuencia no es el objetivo real de las autodefensas, prosiguió el investigador, es que los asesinatos y secuestros en ese estado ubicado en la costa del Pacífico mexicano continúan.
Afirmó que la participación de la Unión Americana en los grupos armados se dejó entrever desde el inicio de las movilizaciones, ya que algunos de los integrantes portaban uniformes militares de ese país, así como armas de grueso calibre que no pudieron ingresar al país sin la autorización del gobierno de Estados Unidos y el de México.
Para el académico, que ha impartido cátedra en la Universidad de Guadalajara, el aval de la administración federal a las autodefensas es aún más claro, ya que en el Ejército y la Policía Federal han dado libre acceso a esos movimientos en zonas que se suponen acordonadas por la presencia de templarios.
Además, refirió que en noviembre pasado la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) colocó la primera piedra para una nueva base castrense con una extensión de 60 hectáreas en el municipio michoacano de Coalcomán, zona con una alta presencia de grupos civiles armados.
Por si fuera poco, el gobierno mexicano envió a la misma región seis tanques antimotines. En esa lógica, cuestionó: “para qué llevan tanques a esa región, basta con patrullas, basta con retenes, por qué la Marina quiere una base con armamento pesado.
“Presiento que hay intereses geopolíticos de mucho alcance, yo creo que están pensando en cerrar el paso a los chinos y cuando digo eso es incluso militarmente (…) Estados Unidos está previendo una invasión de China a su territorio, tarde o temprano va a haber una guerra con China y (la Unión Americana) se está adelantando (buscando el control de México)”.
Vázquez León indicó que el riesgo de que el gobierno federal utilice a civiles para hacer el “trabajo sucio” es que incentiva el surgimiento de grupos paramilitares que no obedecen a ninguna ley ni institución.
“Si las autodefensas se salen de control la consecuencia podría ser una pequeña guerra civil, al menos en el caso de Michoacán, la cual podría generalizarse (a todo el país)”, alertó el especialista durante la entrevista.