Viernes, abril 26, 2024

Desertan la mayoría de los miembros del COE por dejar de ser un organismo crítico del morenovallismo

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De manera silenciosa y decidida, la mayoría de los más de mil afiliados –de diferentes sectores productivos de Puebla– del Consejo de Organismos Empresariales (COE) han abandonado las filas de esta agrupación, como resultado de que se han percatado que se acabó el sentido crítico del COE y que sus actuales dirigentes, encabezados por César Bonilla Yunes, han dado un viraje a favor del morenovallismo.

El COE fue la única voz empresarial que cuestionó los abusos y los excesos de poder de Rafael Moreno Valle Rosas siendo gobernador de Puebla, pero desde febrero de este año, cuando César Bonilla accedió a la presidencia del organismo, empezó a ver mesura en el discurso de los dirigentes y se llegó ya al extremo que dicha organización ha abandonado temas fundamentales, como exigir el esclarecimiento de la deuda oculta de la administración morenovallista o la pifia que resultó la devolución del Impuesto Sobre la Nómina (ISN) a los empresarios poblanos.

Llama mucho la atención que el único organismo empresarial crítico del morenovallismo, al aproximarse el arranque de las campañas electorales locales ha decidido dar un viraje de 180 grados y adoptar una actitud conciliatoria con el gobierno del estado y con la candidata del PAN a la gubernatura, Martha Erika Alonso, quien representa la continuidad del poder del ex mandatario Rafael Moreno Valle Rosas.

A lo largo del sexenio de Moreno Valle, el Consejo Coordinador Empresarial y la Coparmex adoptaron una actitud de sometimiento –misma que sigue vigente–, de guardar silencio frente a los abusos del gobierno morenovallista y de volverse en aplaudidores del político panista. La única excepción en ese comportamiento fue el COE, pero esa condición llegó a su fin.

La plaza de la discordia

Se dice entre algunos ex miembros del COE que la posible causa de este cambio es la siguiente versión no confirmada:

César Bonilla Yunes se dedica al tema inmobiliario y al parecer, habría obtenido un importante contrato para construir una plaza comercial en la zona de Angelópolis, que tendrá una fuerte inversión y que al parecer se trata de un negocio de un destacado funcionario público del morenovallismo.

Hasta donde se sabe, no hay dinero público involucrado en ese proyecto ni nada que tenga alguna relación con el tráfico de influencias.

Pero al parecer, el dueño del proyecto habría condicionado a Bonilla Yunes a seguir ejecutando esa importante obra privada a cambio de que cesara su activismo, desde el COE, como crítico del morenovallismo y de Martha Erika Alonso.

Bonilla Yunes cuando era vicepresidente del COE y aunque siempre ha tenido una personalidad conciliatoria, pacífica, mesurada, compartió las posiciones combativas del organismo.

Sin embargo, en febrero pasado al llegar a la conducción del COE, lo primero que llamó la atención es que bloqueó de sus redes sociales a los dos anteriores presidentes del consejo, a Sergio Curro y Francisco Romero Serrano. Todo ello, sin que hubiera un conflicto personal que explicara ese trato.

Posteriormente, hacia el interior del COE no ocultaba su desacuerdo en como el organismo había sido conducido por su antecesor en el cargo: Francisco Romero Serrano, pese a que este personaje se fue de la presidencia con el respaldo y aprobación de la mayoría de los afiliados a dicha agrupación empresarial.

La “gota que derramó el vaso” es que César Bonilla sacó de la agenda del COE tres temas esenciales:

La grave inseguridad pública que sufren empresarios y comerciantes, que se ha traducido en reclamos de que no funcionan las políticas públicas en la materia del gobierno del estado y el ayuntamiento de la capital.

El exigir el esclarecimiento de la deuda púbica que heredó el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas –por el orden de los 70 mil millones de pesos– para financiar la obra pública que realizó a lo largo de su sexenio.

Y un tercer tema, abandonar la demanda de que se debe dar marcha atrás a la privatización del servicio de agua potable que se decretó en la administración morenovallista y ha encarecido las tarifas del líquido.

El grueso de los afiliados al percatarse de este cambio de actitud de César Bonilla, decidieron empezar a desertar del COE. Se dice que en las tres últimas semanas partieron la mayoría de los mil afiliados.

La disposición de los afiliados del COE para marcharse de esta organización es que ha surgido una opción. Se trata de un nuevo sindicato patronal.

Se trata del Sindicado Nacional de Empresarios capítulo Puebla, que dirigirá Francisco Romero Serrano y mañana toma protesta la nueva dirección.

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