Viernes, abril 26, 2024

RMV ya sólo aspira a ser un operador electoral de Ricardo Anaya

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A Rafael Moreno Valle Rosas le quedan 28 días en el poder, y una vez que deje la gubernatura de Puebla, sus posibilidades de ser candidato presidencial se acabarán de diluir. La fuerza que tenía en más de 15 estados del país dentro del PAN se ha borrado y se ha reducido a cuatro entidades, lo cual lo coloca solo en la posibilidad de convertirse en un buen operador del presidente de Acción Nacional, Ricardo Anaya Cortés.

Luego de la elección de 2015, Moreno Valle parecía ser el gobernador con más poder en el país, ya que a la Cámara de Diputados federal llegaron 60 legisladores de diferentes partidos políticos que tenían como común denominador que habían sido apoyados en sus campañas electorales por el gobernador de Puebla.

Al mismo tiempo se contabilizaban unos 15 estados en los que en diferentes momentos Moreno Valle había apoyado campañas electorales del PAN, ya sea mandando operadores, propaganda o fondos económicos.

Y se le ubicaba como el mandatario que más había acudido a informes de gobernadores o de alcaldes de ciudades importantes del país –desde el punto de vista electoral–, como parte de una estrategia de ir tejiendo relaciones políticas de largo alcance.

Toda esa acumulación de alianzas, de ayudas, de trabajo político hacía suponer que serviría para que Moreno Valle mostrara una fuerte musculatura en el segundo semestre de 2016 y al iniciar el presente año estuviera colocado en la puja por la candidatura presidencial del PAN.

Al final eso no ha ocurrido, Moreno Valle aparece marginado en todas las encuestas que miden a los aspirantes a ser candidatos presidenciales y hacia el interior del PAN es evidente el rechazo de la militancia albiazul.

En la última renovación del Consejo Nacional del PAN, el gran ganador de la contienda fue Ricardo Anaya al obtener alrededor de 74 por ciento de las posiciones en juegos. Mientras que para Moreno Valle, cuyo grupo se colocó en la segunda posición, logró entre un 11 y un 20 por ciento de los consejeros.

Dicho resultado es reflejo de que Moreno Valle, por su pasado ex priista y su autoritarismo contra los propios panistas de Puebla, no logró escalar en el ánimo de la militancia y los grupos de poder del PAN.

A lo anterior se debe sumar el enorme error que ha cometido el mandatario poblano –en el último tramo de su gobierno– de lanzar una persecución contra el ex edil de Puebla Eduardo Rivera Pérez, al iniciarle el Congreso un procedimiento administrativo por más de 400 millones de pesos.

Eso provocó que Rivera rompiera el silencio que había guardado desde que dejó el cargo y ahora públicamente acuse una persecución en su contra, de un gobernador que no acepta a los panistas que no piensan como él. Con el pequeño detalle de que el ex alcalde ejerce un fuerte liderazgo en la militancia albiazul del estado y otras partes del país.

¿Qué futuro le espera a Moreno Valle dentro de 28 días, cuando ya no tenga la plataforma política que le permite la gubernatura de Puebla?

Todo hace suponer que solamente podrá avanzar si algo descarrilla las aspiraciones de Margarita Zavala y de Ricardo Anaya, algo que se antoja extraordinario o casi imposible.

Si eso no pasa, entonces su participación en el año 2018 se reducirá a ser candidato independiente de un partido sin poder electoral, como el Panal, o ser un operador de Ricardo Anaya, luego de que el matrimonio de Felipe Calderón y Margarita Zavala aborrece al gobernador de Puebla.

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