Roberto Rivero Trewartha sin duda es el funcionario que más ha subido y caído en el sexenio morenovallista, y de manera sorpresiva es uno de los servidores públicos con fuertes aspiraciones para saltar al próximo gobierno, ya que es un prospecto a convertirse en el próximo titular de la Secretaría de Salud (Ssa) durante la administración de Antonio Gali Fayad.
Se sabe que en algún momento en el escritorio de Antonio Gali Fayad estuvo presente la propuesta de dos aspirantes para la Secretaría de Salud: Salvador Escobedo Zoletto y Roberto Rivero, y que aunque los dos no están descartados, el segundo de ellos es quien lleva mayores posibilidades por lo siguiente:
El actual secretario de Salud, el panista Salvador Escobedo Zoletto, ha resultado ser un fiasco, pese a que es médico y se supone tiene un posgrado en administración de instituciones hospitalarias.
Mientras que Rivero Trewartha, sin ser médico ni tener algún grado académico relacionado con el tema de la salud, es quien ha entregado los mejores resultados al frente de la Ssa, además de darle estabilidad a la institución.
Con Escobedo se cayeron muchos de los indicadores en materia de calidad de la salud de la población del estado, pese a que en años anteriores se tenía una mejora considerable. Aparte no ha podido controlar el desabasto de medicamentos en clínicas y hospitales, así como de insumos en los quirófanos.
Durante la corta gestión de Roberto Rivero al frente de la Ssa es cuando se entregaron los mejores números en indicadores de salud y abasto de fármacos.
Otro dato relevante: al principio del periodo de transición de Antonio Gali Fayad la primera consideración que se tuvo fue que Salvador Escobedo repitiera en el cargo. Esa posibilidad se diluyó cuando se empezaron analizar sus magros logros al frente de la Ssa y sobre todo, porque se descubrió que es alguien poco leal.
Para nadie es un secreto la fuerte rivalidad, animadversión, confrontación, que existe entre el presidente del Congreso local, Jorge Aguilar Chedraui, con el próximo gobernador de Puebla, Antonio Gali. Sus diferencias por lo menos han existido desde el año 2013 y por esa razón el mandatario electo ha buscado, desde ahora, ir quitándole al líder de los legisladores panistas el control de la Secretaría de Salud, luego de que la convirtió en su bastión y su centro de operación política.
Hace un par de meses el equipo de Gali descubrió que Salvador Escobedo daba protección a los intereses que aún quedan de Jorge Aguilar en la Secretaría de Salud, sobre todo en la defensa de algunos operadores políticos del presidente del Congreso.
Salvador Escobedo, quien fue el primer alcalde panista de Atlixco, ya se encontraba elaborando un plan de mejoramientos de los servicios médicos del sector público, cuando cayó en desgracia frente el equipo de transición de Gali.
¿Cuál ha sido la diferencia entre Rivero Trewartha y Escobedo Zoletto? Que aunque el segundo se supone es político y el primero es técnico, Roberto Rivero ha tenido más oficio político. Vaya paradoja.
Cuentan los que conocen el desempeño de Roberto Rivero, que a pesar de haber sido un funcionario fuertemente vinculado a Jorge Aguilar al inicio del sexenio, cuando éste fue el primer secretario de Salud del gobierno estatal, nunca entró en confrontaciones o intrigas contra Antonio Gali. Esa condición ahora juega a su favor.
Roberto Rivero inició el sexenio como director del ISSSTEP y cuando Jorge Aguilar dejó la Ssa, para convertirse en diputado local, pudo saltar a la titularidad de esa secretaría. Su fama de ser un buen administrador lo llevó a que en el último tercio del gobierno ascendiera a ser secretario de Finanzas, cargo en que duró poco, ya que su falta de relaciones públicas con funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público le impidieron ser un buen gestor de fondos.
Su buena estrella se apagó y todo indicaba que saldría del gobierno, pero no fue así, lo acabaron regresando a la dirección del ISSSTEP en donde se mantiene hasta la fecha.
Un obstáculo que podría frenar a Rivero Trewartha es que al parecer enfrenta observaciones en el gasto de salud de años anteriores.
Y un factor que podría ayudar todavía a Salvador Escobedo es que el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas quiere que repita la mayoría de su gabinete en la siguiente administración, como una manera de cuidarse las espaldas, de que queden impunes todos sus abusos.
Por ahora todo indica que Salvador Escobedo caerá en desgracia política y Roberto Rivero volverá a flotar.