Jueves, abril 25, 2024

Melquiades Morales salió a apoyar a Alcalá, pero su estructura sigue en el PAN

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Se dice que de manera sorpresiva muchos priistas –en días pasados– recibieron una llamada telefónica del ex gobernador Melquiades Morales Flores para invitarlos a que acudieran el sábado a un acto de apoyo a Blanca Alcalá Ruiz, la candidata del PRI a la gubernatura. Lo extraordinario de esta situación es que el ex mandatario nunca acostumbra invitar a sus actividades de manera personal; siempre lo hace a través de sus operadores, pero en esta ocasión fue diferente por una razón elemental: toda su estructura está trabajando a favor de la campaña del PAN.

Por eso la reunión de hace un par de días se mostró deslucida y con una ausencia notoria de los principales operadores político–electorales del ex mandatario, iniciando por su hermano Jesús Morales Flores, el intermediario entre los grupos de poder y el ex gobernador.

Dicho mitin fue resultado de una exigencia del presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, que le habría demandado al ex gobernador que demuestre públicamente su lealtad a su partido y a quien tendría que ser su candidata a la gubernatura, luego de que existen múltiples quejas –que han llegado al Comité Ejecutivo Nacional del tricolor– contra los priistas que están colaborando en la campaña del PAN, empezando por el grupo político y la familia de Melquiades Morales.

Y al mismo tiempo el acto ha sido un intento de Melquiades Morales Flores de frenar el deterioro que se ha generado en su amistad con Manlio Fabio Beltrones, luego de que el dirigente nacional priista tiene fama de no tolerar deslealtades hacia el PRI.

Algunos priistas indican que el líder nacional del tricolor guarda las formas y la cordialidad con el ex gobernador de Puebla, a quien le ha reclamado públicamente su cercanía al grupo morenovallista, pero sin ser ofensivo.

Sin embargo, esa actitud no la tiene hacia Fernando Morales Martínez, el hijo del ex gobernador, quien está incrustado en la campaña del PAN y por esa situación se considera como una actitud de “alta traición”, luego de que el vástago de Melquiades Morales en un par de ocasiones ha sido legislador por obra y gracia del PRI y del propio Manlio Fabio Beltrones.

La gota que derramó el vaso en contra del Melquiades Morales Flores fue la visita que el 10 de marzo realizó al municipio de Ajalpan, acompañando al gobernador Rafael Moreno Valle Rosas en una gira por el sur del estado, que incluyó la reinauguración de un Centro Escolar y la puesta en marcha del Centro de Educación a Distancia que lleva el nombre del ex titular del Poder Ejecutivo.

Para nadie es desconocida la estrecha relación de amistad que existe entre Moreno Valle Rosas y Melquiades Morales, la cual nació cuando el primero era estudiante universitario en Estado Unidos y el segundo era legislador federal, y derivó que años más tarde el ex gobernador incorporara de lleno a Rafael Moreno Valle a la política local.

Sin embargo la forma es fondo, por lo cual esa visita a Ajalpan, faltando en ese entonces 24 días para que arrancaran las campañas electorales, se interpretó como una muestra abierta y directa de Melquiades Morales de respaldar el proyecto continuista de Rafael Moreno Valle Rosas, quien aspira a poner a los tres próximos gobernadores del estado.

Para esa fecha ya estaba definida la candidatura de Blanca Alcalá Ruiz y por tanto Morales Flores tenía que mostrarse cercano a la aspirante de su partido, manifestar su deseo de que el PRI gane la contienda o en su defecto, evitar apariciones públicas. Pero mostrarse un una larga y publicitada gira de Moreno Valle, quien es jefe de la campaña electoral del PAN, no se puede considerar como una presencia accidental, sino tuvo un propósito específico.

Se trató de mandar un mensaje a los miembros de la estructura política del ex gobernador de que deben estar trabajando en el proyecto electoral de Rafael Moreno Valle Rosas.

Y así ocurre, todos los operadores importantes y una parte fundamental de la familia del ex gobernador son parte del engranaje electoral del morenovallismo.

Por eso al evento melquiadista del sábado pasado no solamente se le debe ver como un mal acto de campaña, sino como un movimiento que en nada cambia la realidad política actual, en la cual una parte fundamental de la estructura priista sigue estando con el PAN, empezando por el grupo de Melquiades Morales.

Dicha congregación fue una simulación y exhibe que la falta de unidad en el PRI, de cohesión, de lealtades reales sigue siendo la parte más vulnerable de la campaña de la aspirante Blanca Alcalá.

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