Lunes, marzo 18, 2024

Javier Lozano juega a favor por igual con el PAN y con Mario Marín

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Se dice que entre noviembre y diciembre de 2015, en por lo menos un par de ocasiones, se vio acudir al senador panista Javier Lozano Alarcón a unas oficinas ubicadas en el piso 11 de un edificio ubicado en Paseo de la Reforma 2 mil 608, en el Distrito Federal, en donde se le notó sonriente, animoso, bromista, tanto al llegar como al retirarse, junto con algunos acompañantes. En ambas ocasiones, su estadías fueron prolongadas, de varias horas.


¿Cuál es la relevancia de qué sea cierta la versión de que Lozano haya estado en el piso 11 de dicho inmueble, dedicado a albergar espaciosos despachos de abogados, médicos y constructores? Que en ese lugar quien atiende es el ex gobernador de Puebla, Mario Marín Torres.

Al parecer las oficinas del piso 11 las está utilizando Mario Marín Torres, desde hace varios meses, para sostener reuniones y comidas privadas con personajes de la política local y del ámbito nacional, con quienes no se puede dejar ver en público, como es el caso del ex priista y neopanista Javier Lozano Alarcón.

En ambos encuentros, se dice que Javier Alarcón utilizó la misma camioneta, de color negra, que fue adquirida en una agencia de la familia Reyes Huerta, ubicada en San Pedro Cholula. Y por el ánimo que mostró el senador, todo hace suponer que los encuentros fueron amistosos con el ex titular del Poder Ejecutivo de Puebla.

Una vez que llegó a oídos de este columnista dicha versión de encuentros secretos entre Mario Marín y Javier Lozano, la primera suposición que surgió es que el senador panista pudiera estar fungiendo como enlace entre el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas y el ex mandatario. Eso no es así.

El autor de esta columna consultó a una fuente de primer nivel del grupo morenovallista y la respuesta fue tajante: “Javier Lozano no tiene esa encomienda”, de ser el enlace con Marín, con el PRI o con los adversarios políticos de Moreno Valle.

Incluso esa fuente recalcó: “Por ahora no hay comunicación con Marín”, y es que la campaña electoral que está en curso tendrá como eje central de parte de los morenovallistas el lanzar todo tipo de cuestionamientos –sobre cosas ciertas y falsas– contra el anterior gobernador de Puebla.

La temática de ataques de la campaña del PAN contra el PRI será buscar crear la idea de que “Blanca Alcalá es igual a Mario Marín”, es decir que la candidata priista a la gubernatura está relacionada con el ex gobernador, quien todavía sufre del escarnio que implicó el escándalo de la detención de la periodista Lydia Cacho Ribeiro.

Entonces si Lozano no juega un papel de enlace, de mensajeros, de negociación con Mario Marín es pertinente preguntarse: ¿Qué intereses se esconden atrás de esas visitas secretas del senador al ex gobernador?

Una posible respuesta a esa interrogante es que Lozano en el actual proceso electoral está desplegando su peculiar personalidad política, la cual consiste en no tener lealtades políticas con nadie, el ser un mercenario de la política.


Quienes lo conocen saben que en Puebla se presenta como un férreo y violento opositor al PRI, al marinismo y a todos los adversarios de Rafael Moreno Valle Rosas, pero en el Distrito Federal es radicalmente diferente, ya que ahí se muestra cercano a los intereses del presidente Enrique Peña Nieto.

Y como parte de esa dinámica, en la capital del país Lozano no tiene empacho de sostener frecuentes reuniones con el senador Emilio Gamboa Patrón, y los miembros de su grupo político, entre los que siempre se ha encontrado Blanca Alcalá.

Aquí en Puebla, Lozano está jugando el papel de vocero del PAN –para el actual proceso electoral– y de inquisidor público de Blanca Alcalá, pero hasta hace unos meses hubo mucha disposición del senador panista de reunirse con la priista para supuestamente aconsejarla sobre su campaña electoral.


Ese mismo comportamiento ha tenido con Mario Marín desde hace muchos años.

Al inicio del gobierno de Mario Marín, el representante del gobierno de Puebla en el Distrito Federal era Javier Lozano Alarcón, poco antes de que traicionara y dejara las filas del PRI para pasarse al PAN, una vez que Felipe Calderón se convirtió en candidato presidencial del albiazul.

Un aspecto que siempre ha pasado desapercibido es que siendo Felipe Calderón candidato presidencial prometió, en un mitin realizado en Huejotzingo, que cuando llegara a la presidencia iba a acabar con el entonces gobernador de Puebla, Mario Marín Torres. Sin embargo, al llegar Calderón a la titularidad del Poder Ejecutivo federal se olvidó por completo de buscar defenestrar a Marín del cargo.

Se dice que esa actitud omisa de Calderón hacía Marín –a lo largo del mandato del primero de ello– se debió a que Lozano abogó siempre a favor del entonces gobernador de Puebla.

Por eso ahora no sería raro que Lozano en Puebla actúe como una rabioso anti priista y anti marinista, que sea vocero del PAN y del abanderado albiazul Antonio Gali Fayad, y en el Distrito Federal siga siendo informante de Marín, del PRI y hasta quizá de Blanca Alcalá.

Mientras eso ocurre, este columnista supo que los morenovallistas están investigando para saber si el vocero del PAN en realidad estaría buscando estar de los dos lado de la actual contienda electoral, es decir con Gali y con Marín, con el PAN y con unos sectores del PRI.

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