En franca alusión al cura cholulteca, el alcalde de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, advirtió que no permitirá chantajes ni pagará limosna con recursos públicos, tras señalar que debe existir la división entre iglesia y estado.
La declaración fue en respuesta a la cancelación del concierto de campanas que se dio de última hora por parte del cura de Cholula y un grupo de mayordomos.
Sobre el tema, Espinosa Torres lamentó que el párroco Felipe Miguel Viveros Téllez haya cancelado el acceso a los campanarios 48 horas antes del inicio del Concierto de Campanas, que se viene efectuando tradicionalmente desde hace un cuarto de siglo.
“Ante la cerrazón y la decisión unilateral del párroco Felipe Miguel Viveros, que respetamos, no ingresamos a tocar las campanas en varias iglesias de Cholula, pero sí hubo cuatro que tocaron, ya que tenemos buena relación con los mayordomos”, explicó.
El concierto era la actividad principal del Festival Vaniloquio 2015, que cerró la temporada cultural de otoño del programa “Las Artes Viven en Cholula”.
En su lugar, dijo que el ayuntamiento puso una grabación de campanas del municipio del recital de 2014.
Al respecto, el alcalde comentó que su gobierno no se enfrascará en un pleito con el párroco, pero sí lo exhortó a conocer de las tradiciones y costumbres que se realizan en San Pedro Cholula.
Recordó que la actividad estrictamente cultura la inició el ex párroco de Cholula y ex gobernador de Puebla, Rafael Amador Tapia y Alfredo Toxqui de Lara, respectivamente.
El edil cholulteca refirió que pedirá la intervención del arzobispo Víctor Sánchez Espinoza para que dialogue con el cura local, a fin de que este tipo de expresiones se sigan preservando y fomentado en el municipio.
Sostuvo que las autoridades religiosas no deben involucrarse en temas de servicios públicos, por no ser de su competencia.
Espinosa Torres señaló que la cancelación del repique de campanas fue porque el párroco exigió la demolición del tanque elevado que se construye en las inmediaciones del cerrito de Guadalupe, obra que afirmó corre a cargo del gobierno del estado en 75 por ciento.
La estructura hidráulica generó inconformidades entre algunos vecinos de El Cerrito de Guadalupe, porque supuestamente la maquinaria ocasionó fisuras tanto en el santuario guadalupano como en algunas casas aledañas.
Al último, el alcalde de Cholula recalcó que la obra garantizará que se pueda mantener el servicio de agua potable en la cabecera municipal; sin embargo, señaló que el presbítero exigió que se demuela la obra, bajo argumentos de carácter espiritual y religioso.
“Pero la ley es muy clara y las autoridades religiosas tienen que respetar el campo de los servicios públicos”, concluyó.