El investigador Fernando Osorio Alarcón alertó sobre el posible desmantelamiento de la Fototeca Juan Crisóstomo Méndez. En un mensaje advirtió que “puede estar en riesgo en un futuro inmediato, ya que las autoridades gubernamentales del estado de Puebla han decidido despojarla de su recinto en la calle 7 oriente 15”.
El fundador de la cinemateca Luis Buñuel que está al interior de Casa de Cultura, expuso, no sin gravedad, que “mover un archivo de este tipo es una empresa delicada”; ello, porque actualmente el recinto estatal fundado en 1985 por la entonces Secretaría de Cultura contiene más de 230 mil imágenes organizadas en 15 fondos, resultado de diversas donaciones, así como los negativos, positivos, agendas, álbumes y otros objetos del fotógrafo poblano Juan Crisóstomo Méndez.
Hasta el momento, advierte el especialista en conservación del patrimonio fotográfico y audiovisual, “no hay más información clara sino rumores sobre sí es reubicada en el Archivo del Estado o depositada en un inmueble sin condiciones iguales o mejores que las que ha tenido”.
Lo anterior fue en referencia a que la Fototeca Juan C. Méndez ocupó, primero, el Instituto Cultural Poblano –convertido por la actual administración en el Museo del Ejército– y tiempo después albergado en pequeños espacios de la Casa de la Cultura y del Museo Taller Erasto Cortés, hasta llegar, en mayo de 2010, a su actual sede ubicada en una casona marcada con el número 15 de la calle 7 Oriente.
Para el creador en 2014 de una norma federal que guía los estatutos, las herramientas y la organización de los archivos fotográficos institucionales, “es una contradicción contar con una biblioteca como la (Biblioteca) Palafoxiana y no contar con la sensatez política, cultural y comunicacional para socializar e informar a la ciudadanía de estos cambios que pueden poner en riesgo el patrimonio de los poblanos y de los mexicanos en general”.
El llamado de Fernando Osorio a sus colegas, a los interesados en el patrimonio visual y sobre todo a los ciudadanos, que son a quienes pertenece esta colección, es a “estar alerta y seguir atentos a las acciones que tomen las autoridades culturales poblanas, leer la prensa local y mantenernos en contacto ante esta situación”.
También, la urgencia es a “compartir e investigar –con y desde nuestros recursos– la situación que pueda afectar la estabilidad e integridad de esta fototeca”.
Para el maestro en Ciencias y artes de la imagen incluso el propio decreto de creación de la fototeca del año 1985 debería protegerla “de cualquier iniciativa advenediza e ignorante del valor del patrimonio documental”.
Destaca que gracias a la gestión de Pedro Ángel Palou Pérez se fundó la fototeca el 5 de noviembre de 1985, bajo decreto del Congreso del estado, pero nunca se le asignó un lugar específico por falta de recursos.
La creación de la fototeca se propuso desde 1982, cuando en México no existía algún espacio de su tipo en otra ciudad del país. Ni la de Casasola en Pachuca. Únicamente estaba el Archivo General de la Nación. Si se hubiera fundado en ese tiempo, en la actualidad Puebla sería referencia nacional en fotografía.
La idea la fundación del recinto surgió con la intención de cuidar el acervo y promover su exhibición. Además era continuidad de un proyecto más ambicioso junto a la Fonoteca Vicente T. Mendoza y la Cinemateca Luis Buñuel, pero no resultó interesante para las administraciones anteriores.
Una amenaza con bases;
un contexto polarizado
La amenaza de cierre y/o cambio de sede de la Fototeca Juan C. Méndez se da en un contexto cultural polarizado por el gobierno de Rafael Moreno Valle, quien por un lado destina recursos públicos y adquiere deudas millonarias en proyectos propios como el Museo Internacional Barroco o la ex fábrica textil La Constancia Mexicana, ya privatizada, mientras olvidan a espacios únicos en el país como lo son el Museo Taller Erasto Cortés (Mutec) y la propia fototeca.
Ambos, el Mutec y la Fototeca Juan C. Méndez, el primero dedicado a la gráfica y la otra a contener más de 230 mil imágenes y el legado del fotógrafo poblano avanzado a su época, pero poco estudiado a profundidad, permanecen acéfalos desde octubre de 2014 tras la renuncia de sus directores Gustavo Ramírez y Myriam Ramírez, respectivamente.
Desde marzo de 2014 esta reportera constató que la fototeca luce vacía, sin personal y con exposiciones venidas de otras instituciones que se prolongan por tiempo indefinido, debido a que no hay proyectos ni programas curatoriales y educativos en su sede.
En el mismo estado paralizado se encuentran las tareas de rescate, preservación y difusión con el que fue creada, así como el trabajo de investigación que implica el tener 230 mil imágenes y las actividades de capacitación y difusión sobre el rico acervo.
De igual forma, el llamado “Espacio fotográfico” que se ubica en la acera de enfrente sobre la misma 7 Oriente, al lado del Mutec, el cual estaba dedicado a mostrar pequeñas curadurías, así como los resultados de los talleres o de proyectos con técnicas contemporáneas de fotografía, desde entonces luce vacío, con su cortina abajo y asegurado.
La condición de amenaza encuentra su base en el cierre de la que fuera la Galería de Arte Moderno y Contemporáneo “Ángeles Espinosa Yglesias” –y con ello el término del Encuentro estatal de arte contemporáneo y su foro virtual– ocurrida en los últimos días de febrero de 2014 (La Jornada de Oriente, 24 de febrero de 2014), para convertirla en simples oficinas gubernamentales.
De igual forma, se suma al cierre de la Casa Albisúa en la 3 Oriente, que fuera por más o menos una década la sede de la extinta Secretaría de Cultura, local desde el cual se despachaban y atendían –por lo menos de manera visible– los asuntos concernientes al arte y la cultura local.
Destaca que desde el inicio de la actual administración la cultura no ha sido un renglón prioritario debido a que, pese a la manifestación en contra y la inconformidad de un buen número de actores culturales, fue extinguida en los primeros meses de 2011 la Secretaría de Cultura del estado de Puebla, la primera de su tipo en el país con más de 30 años de historia, para instalar el denominado Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, presidido actualmente por Jorge Alberto Lozoya, el cuarto titular en la materia.