Viernes, abril 26, 2024

Urgente, un “golpe de timón” en la política económica de Puebla: Juárez Núñez

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El gobierno del estado de Puebla tiene que dar un “golpe de timón” urgente en su política económica, que se aleje de la dependencia de la industria automotriz y que reactive el mercado interno, señaló el investigador de la Facultad de Economía Huberto Juárez Núñez.

Ayer, durante un foro realizado por esta unidad académica de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), donde se hizo un análisis del primer informe de gobierno de Enrique Peña Nieto, el investigador planteó la dificultad de que ese viraje que consideró fundamental para la población pueda ser posible, ya que el gobernador, sus funcionarios y asesores tendrían que cambiar sus esquemas mentales “y su dogmatismo” para realizar lo que dice la Constitución de este país en el sentido de que la función de gobernar está vinculada al bienestar público, “no a sus socios y a sus negocios”.

El también profesor de esta institución subrayó que en el primer informe de Peña Nieto se elevó por primera vez a rango de “sector estratégico” a la automotriz, dejándose de lado la petroquímica, la alimentaria, el agua y los recursos naturales, entre otras.

La industria automotriz, expresó, no tiene un futuro asegurado debido a que depende totalmente de las coyunturas internacionales, y la base de la economía poblana depende de esta industria en vez de reactivar la industria agroalimentaria o la textil, que son vocaciones del estado.

Recordó que desde la administración federal de Miguel de la Madrid la automotriz había ocupado un lugar preponderante en los llamados “sectores punta” en la década de los años 80. En el Plan Nacional de Desarrollo 1994–1999 por primera vez se planteó de industrias que ocuparían un lugar estratégico en la reactivación económica; es decir, no tenía el carácter de sector estratégico.

Esos sectores habían estado reservados únicamente a los que tenían rectoría del Estado mexicano, como el petróleo y el gas, agua, tierras y alimentos, pero en el caso de la industria automotriz, ésta se rige totalmente por el mercado. Pero en el apartado “México Próspero” del informe que esta semana presentó Peña Nieto las definiciones y el texto en sí son “malabarismo” auténtico, ya que no se precisan definiciones ni estrategias en cuanto al desarrollo del país.

“En la página 388 del informe hay una mentira grandísima porque dice que en el primer semestre de 2013 continúa el proceso de expansión de la economía mexicana, cosa que se negaría con los propios datos que la presidencia ofrece. Esto es algo sintomático, significativo y característico de este gobierno”, señaló.

Subrayó que la crisis por la que atravesó el país y que ocurrió en el año 2009 tuvo que ver con la caída de la industria automotriz. Pero en cambio, la industria alimentaria, que en términos constitucionales significaría parte de los sectores estratégicos, no ha tenido ningún tipo de crecimiento.

“¿Qué proyectos se pueden fincar sobre comportamientos como estos? Ninguno. Todo dependerá de la recuperación. Cuando hay una caída en el sector automotriz como esa ya no obedece a la política económica del país, sino a la demanda externa: el mercado norteamericano no necesita autopartes y los europeos ya no compran autos. La industria automotriz no da visos de recuperación”, aseveró.

Destacó que en ese contexto en Puebla no hay posibilidad de reactivar el ahorro interno y no hay crédito; entonces hay dependencia de la inversión extranjera. Señaló que la creación de nuevas plantas automotrices, como la de Audi en San José Chiapa, obedece a ese tipo de inversión, pero que es para beneficio de los mercados exteriores más no para satisfacer las demandas de la población. “Audi se instala aquí para competir en el mercado norteamericano con Mazda, con General Motors y otros, no para vender autos de lujo en este país; habrá quien los compre, pero no es su mercado objetivo”, expresó.

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