Atlixco. Entre 35 y 40 por ciento de las bebidas alcohólicas que se comercializan y consumen en esta ciudad son adulteradas, dio a conocer Salvador Dávila Muñoz, presidente de la Asociación de Comerciantes y Empresarios (ACEA). El dueño de una de las vinaterías más importantes de la ciudad reconoció que incluso cinco de cada 10 botellas de licores son falsificadas.
Señaló que de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria de Vinos y Licores, este tipo de bebidas contiene una carga de metanol y etilenglicol que provoca mareos, pérdida de la vista o incluso la muerte.
Resaltó que en un plática reciente con legisladores federales, éstos le adelantaron que en San Lázaro aprobaron reformas al Código Federal de Procedimientos Penales y a la ley general de salud para establecer como delito grave la adulteración, falsificación o contaminación de bebidas alcohólicas y sancionar este tipo de actitudes como de delincuencia organizada.
Dávila Muñoz estableció que los diputados hablaron de penas de uno a nueve años de prisión y una multa de 100 a mil días de salario mínimo a quien realice ese tipo de actividad por cuenta propia, y a través de otro que expenda, venda o de cualquier forma distribuya bebidas alcohólicas adulteradas, contaminadas o alteradas.
El empresario indicó que la producción y comercialización de bebidas alcohólicas adulteradas contribuyó a que en los últimos años el mercado formal en Atlixco tuviera una contracción de 30 por ciento, impactando directamente en la pérdida de cientos de empleos directos.
Destacó que la adulteración de bebidas es considerada en el rango de la delincuencia organizada, porque no se lleva a cabo por una, dos o tres personas, es más bien “una gran red que existe en el país”, que se dedica a esta actividad. Refirió que es prácticamente imposible saber el número de establecimientos que en la ciudad venden ese tipo de botellas, pero no descartó que se trate de un buen número, tomando en cuenta que más antros siguen abriéndose.
Precisó que esta problemática genera en Atlixco mercados informales que adulteran y falsifican alcohol, afectando sobre todo a los jóvenes, al colocar productos de baja calidad, dudoso origen y que dañan la salud. “En la falsificación se sustituye la esencia del producto con resina de madera y metanol que causan pérdida de la vista y hasta la muerte”, subrayó.
Finalizó que en este catálogo de delitos cometidos por criminales, la adulteración, falsificación, contaminación o alteración de bebidas alcohólicas, así como su introducción ilegal al país, venta y distribución tendrá una sanción acumulada de hasta 25 años de cárcel.
Miguel Ángel Domínguez Ríos