A propósito del encuentro reciente del presidente Andrés Manuel López Obrador con su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, se percibe que aún no hay acciones concretas para evitar la migración forzada y que prevalece una política de contención en territorio mexicano, lamentó Elías Dávila Espinoza, representante legal del Albergue “La Sagrada Familia”.
Refirió que pese a la visita del mandatario estadounidense al país, los días 8, 9 y 10 de este mes de enero, así como la del canadiense, Justin Trudeau, para abordar este tema, no se avizoran soluciones, porque no se ataca de origen esta problemática.
Sin embargo, confió en que haya acciones coordinadas para garantizar los derechos humanos y dignidad de todas las personas migrantes, y para que no sean vistas como delincuentes ni mercancía. “La idea es buscar el bien” de este sector.
Reconoció que hay presiones políticas sobre México, como las impuestas por Donald Trump para que el tránsito de estas poblaciones fuera detenido por elementos de la Guardia Nacional (GN), pero insistió en que la migración debe ser atendida porque es alentada por la pobreza y la violencia.
Señalo que aun cuando haya cambio de presidentes de las naciones involucradas, la problemática sigue, y recordó que en 2021 el mandatario mexicano y la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, firmaron un memorando para comprometerse a mejorar las condiciones de Centroamérica, a fin de contener el flujo migratorio desde el origen.
Pero -acentuó- se desconocen los alcances de ese compromiso, si hubo o no seguimiento, porque la salida de las personas continúa en busca del llamado “sueño americano”, y los migrantes que arriban al albergue dicen que todo está igual.
Anotó que la política externa de Estados Unidos “es la misma, no la ha modificado y le apuesta a la migración europea, no a la pobre de Latinoamérica; no hay estrategias para evitar que las poblaciones abandonen sus naciones con el anhelo de mejorar condiciones de vida”.
Mientras que -añadió- en países centroamericanos, como Honduras, tampoco se observa alguna transformación, pues ciudadanos oriundos de ese lugar, que llegan a este albergue, comentan que a pesar del cambio de presidente tampoco hay avances.
Lo mismo que en el caso de El Salvador, porque no se ha erradicado a las pandillas causantes de violencia ni su paso por la ruta que conduce a Norteamérica, indicó.
“El sueño es que no haya migración forzada en México ni en cualquier parte del mundo, sino que cada país genere sus propios recursos y condiciones para que su gente se quede, que no se desintegren familias, ojalá se haga realidad”, recalcó Dávila Espinoza.