OFS cometería daño terrible si acepta cuentas públicas sin firma de síndicas, advierte Nava

A poco de concluir las 60 administraciones municipales del periodo 2017-2021, Silvia Avelina Nava Nava, consejera social por Tlaxcala ante el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), aseveró que las síndicas “están corriendo un peligro terrible”, ya que los alcaldes presentan las cuentas públicas sin la firma de estas servidoras públicas.

El artículo 42 de la Ley Municipal del Estado de Tlaxcala establece que entre las facultades y obligaciones del síndico está la de vigilar tanto la recepción de ingresos como su aplicación, además de analizar, revisar y validar la cuenta pública y vigilar su entrega al Órgano de Fiscalización Superior (OFS).

Sin embargo, la también cofundadora del Observatorio Ciudadano contra la Violencia de Género y activista feminista mostró su preocupación porque a través de medios de comunicación se ha dado a conocer la situación que enfrentan algunas de estas integrantes de ayuntamientos en la entidad.       

Mencionó que los presidentes municipales han presentado las cuentas públicas sin las firmas de las síndicas, “lo cual se vuelve un problema muy serio”, por lo que si el OFS lo legaliza, “estarán cometiendo un daño terrible”.

Planteó cuántas se encontrarán en esta situación “y cómo va a resultar” el estado financiero en el que la autoridad municipal da parte de la administración “de un dinero que es de nosotros”, porque es público.

Asimismo, cuestionó “cómo es posible que no haya transparencia ni rendición de cuentas” de manera adecuada por parte de los alcaldes, sobre todo frente a una situación “tan delicada” como la que actualmente se vive (por la pandemia de Covid-19) y en la que hay una serie de necesidades en la población.

En su momento la representación de la Asociación de Síndicos Unidos del Estado de Tlaxcala, organización conformada por 46 personas, aseveró que algunas síndicas deben “navegar a ciegas” y se niegan a firmar los estados financieros que serán remitidos al OFS y al Congreso local para su revisión y validación o reprobación.

“Porque no tienen una manera de comprobar que lo plasmado en la cuenta sea verdad” y debido a esta negativa, tanto el presidente municipal como el tesorero, asumen actitudes violentas hacia ellas, las cuales van desde la reducción al sueldo y la restricción de recursos para trabajar, hasta la asignación de espacios físicos inadecuados.

Por tanto, la organización ha insistido en la realización  de una reforma a la legislación para, entre otras cosas, se especifique a través de un glosario las herramientas que la sindicatura requiere para desarrollar sus funciones debidamente.

En esta administración que está por concluir en agosto próximo, cuya duración será de cuatro años ocho meses, hay 54 síndicas, lo cual significa que el alcalde de sus respectivo municipios es un hombre; por tanto, solo hay seis síndicos varones e igual número de presidentas municipales.

En el transcurso de este periodo fueron denunciados varios casos de violencia contra síndicas, como los de los municipios de Ixtenco y Totolac, donde no se les reconocía en el desempeño de su cargo, por lo que emprendieron procesos legales.