Cualquiera lo sabe. Lo único que, de momento, puede decirse es que en el segundo tiempo contra Japón, en el Mineirao, la escuadra del Chepo ha ofrecido su versión más visible y plausible de este año. No es poca cosa, para lo que se le hubiera venido encima de haber perdido.
En ese lapso –olvide usted la primera media hora, de neto color oriental y marcado contraste entre la ambiciosa...