Me mira a través de sus lacias y oscuras mechas. Con un ojo, pequeño y negro, que espía entre sus cabellos. Al otro ojo lo tapan mechones más espesos. Su larga, densa y pesada melena le da un rasgo especial entre los demás muchachos adolescentes de su edad que lucen casquete corto. Su rostro es largo y delgado. Su nariz, afilada y recta. Su risa es nerviosa. Su voz, suave y dulce, casi inaudible. Y...