Uno de casa seis tlaxcaltecas mayores de 60 años es víctima de algún tipo de maltrato o abuso, sin embargo, a partir de la pandemia de Covid-19 este problema ha tenido una tendencia al alza, advirtió el líder estatal del Programa de Salud Mental de la Secretaría de Salud (Sesa), Francisco Eduardo Hernández García.
Asimismo, reveló que dos de cada tres cuidadores de estas personas han ejercido, en algún momento, un tipo de maltrato hacia ellas o ellos, aunque también se ha visto que son los mismos familiares quienes en ocasiones han cometido esta forma de violencia hacia esta población.
Hernández García expuso lo anterior con relación al Día Mundial de toma de conciencia de abuso y maltrato a la vejez que estableció la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cada 15 de junio, con la finalidad de que las autoridades y la sociedad ponga en práctica medidas para su prevención.
De acuerdo con el funcionario de la Sesa, en Tlaxcala la población adulta mayor –se considera a aquella de 60 años y más—la integran más de 100 mil personas, y de acuerdo con estadísticas, uno de cada seis es víctima de algún tipo de maltrato o abuso ya sea físico, psicoemocional, sexual, patrimonial y social por abandono.
Este indicador, abundó, es similar al que se presente en el país, pero se ha notado un incremento de casos, principalmente a partir de contingencia sanitaria impuesta por la pandemia de Covid-19, y se podría convertir en un problema de salud pública.
“Por el estrés que generó (la contingencia sanitaria), porque las condiciones del cuidador del adulto mayor deben ser las óptimas como sus facultades físicas, psicológicas o emocionales, porque estar al cuidado de otra persona, a la larga genera cansancio y eso deriva en maltrato, por eso es importante que las responsabilidades sean compartidas y que el cuidador esté en las mejores condiciones posibles”.
Hernández García observó que el maltrato o abuso solo se detecta hasta que las personas adultas llegan a la consulta médica o acuden a las unidades médicas de primer nivel, y si el médico o la enfermera de primer contacto identifica que son víctimas de abuso o maltrato se inicia un protocolo de atención.
Si bien asentó que la entidad reporta índices relativamente bajos de maltrato hacia esta población, en comparación con resto del país. Por género, en mujeres se presenta más el abuso físico y psicológico y el patrimonial en hombres, pero ambos sexos son susceptibles de sufrir cualquier tipo de violencia, anotó.
“Cada caso es particular y hay que ser cuidadosos, porque muchas veces la misma familia puede ser quien comete el maltrato”, por lo que pueden ser canalizados a instancias como el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) o Instituto Nacional de las Personas Mayores (Inapam) para recibir la atención adecuada.
En cuanto a la Sesa, comentó que desde el área de Promoción de la Salud se impulsan programas para que la persona mayor sea responsable de sí mismo y socialicen entre ellos mismos, “porque siguen siendo sociales y requieren convivencia”.