Desde los municipios se pueden y deben construirse entornos que garanticen a las mujeres su derecho a vivir libres de violencia; por ignorancia o negligencia desde lo local se han olvidado las obligaciones para prevenir, atender y erradicar la violencia de género. Si se busca una transformación y un cambio de historia, los gobiernos municipales deben cumplir con sus deberes e instaurar capacidades institucionales y transversales con perspectiva de género.
En el reporte Incidencia Delictiva y Llamadas al 9-1-1 sobre Violencia de Género del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, publicado el 25 de junio con información al corte del 31 de mayo de 2021, se ubica al municipio de Contla en el número 76 de los “Primeros 100 municipios con incidencia de presuntos feminicidios” con dos casos registrados de los cinco reportados de enero a mayo de este año en el territorio tlaxcalteca. Mención grave y preocupante.
Hay que sumar el feminicidio perpetrado el pasado fin de semana en Muñoz de Domingo Arenas. Ella ultimada y el feminicida cobarde se suicidó. ¿Qué mayor trasgresión de derechos y de violencia puede vivir una niña que ha descubierto a su madre muerta y al agresor herido, pero que sin duda fue testigo de gritos, golpes y acaloradas discusiones previas? ¿Cuántas niñas y niños hay en esta situación?
No, no son hechos que suceden tras de la puerta de los hogares –la violencia familiar, en un extraordinario número de casos es el preámbulo de feminicidios–, pues para prevenir, atender y erradicar esta violencia, las autoridades municipales han podido hacer más que cerrar los ojos y evadir su responsabilidad ¿Cuántas unidades especializadas para la atención psicojurídica crearon? ¿Cuántas órdenes de protección emitieron? ¿Cuántos monitoreos realizaron para saber si incrementaba la violencia contra las mujeres? ¿Cuántos programas de reeducación para los agresores implementaron? ¿Qué tan involucradas están las policías municipales en la prevención, atención inmediata y para brindar protección inmediata a las mujeres que sufren violencia?
A las autoridades salientes valgan las preguntas para saber qué tan omisas y negligentes han sido y para las electas sirvan para que den prioridad a nuestros derechos, a nuestra vida y seguridad.