Una estrella más en el canal de las estrellas

Ni en mis peores pesadillas imaginé ver alguna vez a la UAP como cliente del canal de las estrellas, es decir, como patrocinador de un programa en horario estelar del canal dos de Televisa. Sin embargo, el hecho sucedió durante la “fiesta” de inauguración del estadio universitario, fiesta transmitida el sábado pasado de las 9 a las 10 y media de la noche, esto es en horario triple A.
No se trató, por supuesto, de un programa donde los docentes, investigadores y alumnos de la UAP discutieran la situación del desarrollo científico y tecnológico del país; o de la reflexión sobre las alternativas posibles a los problemas económicos, políticos y sociales de México o se abordara la difícil situación por la que atraviesa la educación pública superior ante los embates privatizadores del gobierno federal y su evidente apoyo a las empresas mercantiles de educación universitaria. No, que va, nada de eso. Se trató de un show musical al estilo de Televisa, incluidos los “delirantes gritos del respetable” soltados a la primera provocación. En el programa, la atracción principal fue la cantante Edith Márquez y Yuri, frente a las cuales los investigadores tienen poco que hacer y mostrar, pensarían los organizadores de tan magno evento; estuvo, además, la Banda Limón y un tal Kalinda acompañados de una serie de cantantes aficionados surgidos del programa de concurso “Voz México” o algo, así según anunciaban los “entusiastas conductores”; esos “artistas”, no tendrán calidad alguna pero bien han aprendido los gestos, las voces y movimientos tan de mal gusto que  impone Televisa a sus llamados artistas.  
Por supuesto y nada más por eso de la transparencia y la rendición de cuentas, sería importante saber cuál fue el costo del programa de marras y de la fastuosa inauguración.

Pagan quienes no son responsables de la crisis

Las cosas para los trabajadores mexicanos siguen pintando mal, muy mal. Si usted recuerda, se ha dicho hasta el cansancio que la economía China es altamente competitiva, al grado de haberse convertido en la segunda potencia del mundo, porque se pagan salarios miserables a los trabajadores. Pero vea usted, la economía mexicana, aun pagando salarios de hambre a sus obreros, no tiene ni el crecimiento ni la penetración mundial de China. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que dirige el Ángel de la Dependencia Gurría, el salario en las actividades manufactureras crecieron en México cuatro veces menos que el de los trabajadores chinos; incluso, los trabajadores de Costa Rica lograron que sus salarios crecieran tres veces más que el de sus similares mexicanos.
Hoy, en promedio, un trabajador en México devenga 10 dólares por hora, mientras que en España obtiene 25 dólares y más de 30 en Inglaterra. Además, concluye un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), México fue el país donde en los últimos años menos aumentó el salario, que apenas creció en nuestro país 0.8 por ciento; contra 20 por ciento en Argentina; 4.5 por ciento en Costa Rica; 4.3 en Uruguay y 3 por ciento en Venezuela.
Como se puede concluir, además de ser pocos los trabajadores en la economía formal de México ganan muy poco, lo que hace débil al mercado interno que, en esas condiciones, no puede desempeñar el papel de motor del crecimiento económico, de ahí que en mucho se dependa de las exportaciones, que en las actuales circunstancias se debilitan cada vez más debido a la prolongada crisis de la economía estadounidense.
¿Hay solución a esta problemática? Por supuesto que si, sí la hay y se encuentra el Proyecto Alternativo de Nación.   

Los datos duros de la guerra de Calderón

La Procuraduría General de la República reconoció que tan sólo en los primeros nueve meses del año pasado hubo 12 mil 903 asesinatos, es decir mil 433 por mes, vinculados a las acciones bélicas de la guerra personal de Felipe Calderón. La misma Procuraduría informó que ascendió a 47 mil 453 el número de muertes en torno a la guerra que, a lo largo de cinco años, ha mantenido al país en vilo.
Si el promedio mensual de las muertes se mantuvo, y no hay duda de eso, el número de muertes en los tres últimos meses de año pasado fue de 4 mil 300, con lo cual al cierre de 2011 el saldo de la guerra fue de 51 mil 753 vidas humanas perdidas.