Hechos para el Día Mundial de la Salud

La memoria humana es ingrata, siempre dispuesta a olvidar hechos trascendentes, incluso desgracias que infringieron cuantiosas pérdidas humanas, como con las erupciones volcánicas o expulsiones de rocas sedimentarias del componente central terrestre a través de su corteza, centro fundido que al expulsarse solidifica por enfriamiento brusco el fluido líquido vítreo de su profundo centro a 50–60 kilómetros bajo la superficie; expulsado por fragmentación o grietas solidifica antes de llegar a la superficie, formando rocas “intrusivas” eliminadas en la superficie al salir, o si fluye como lava también enfría formando rocas “efusivas”. Sea como sea, resulta increíble que olvidemos los sucesos, más los poblanos que estamos cerca de la actividad de un volcán eruptivo permanente, el Popocatépetl, el segundo más alto de país, con 5 mil 450 metros sobre el nivel de mar, una confluencia de la Sierra de Ajusco y la Sierra Nevada, a cuyo lado está también el Iztaccihuatl, el tercer pico más alto. Moctezuma, antes de la Conquista, asombrado por el volcán y su humo permanente envió observadores. Tocó a Juan Diego Ordaz ser el primer europeo en escalarlo; a los 4 mil 300 metros bautizó como La Cruz un montículo donde se inicia la cúpula de nieve; el cráter, que es un promontorio elíptico que forma un cilindro hueco de 850 metros en su eje mayor por 750 metros en el menor, con una profundidad de 250 a 300 metros hasta donde bajaban los mexicas de colectar hielo y azufre. El popo ha sufrido erupciones en 1519, 1548, 1571, 1592, 1642, 1702; actualmente está en actividad que obliga a monitorearlo, el cráter tenía una laguna que se ha reemplazado por un foso circular, cuyas manifestaciones explosivas prohíben visitarlo.

El volcán más activo de Europa es el Vesubio, originado a partir de erupciones submarinas que lo afloraron a la superficie en la Bahía de Nápoles, Italia; tiene mil 279 metros sobre el nivel del mar; emergió sobre otro más antiguo llamado Somma, cuyo cráter lo rodea parcialmente, separados por una espacio llamado “Valle del Inferno”, hizo erupción catastrófica un 24 de agosto del año 79 d.C.; Plinio “el joven” relató el suceso en dos cartas a Tácito; la erupción sepultó las ciudades de Herculano y Pompeya; una explosión elevó una columna de cenizas varios kilómetros; al caer sepultó junto con sus habitantes las ciudades de Pompeya y Herculano, la primera era un lugar de veraneo de los romanos con villas de descanso como la de Cicerón, además un puerto comercial activo; sepultó unas 300 mil personas; los que regresaron no encontraron resto alguno de la población y quedó en el olvido. En 1594 se construía un acueducto en la nueva ciudad, se tropezó con las ruinas; hasta 1763 Forelli inició sistemática exploración, descubrió en 3 kilómetros de diámetro dos tercios de la ciudad con: teatros, temlos, anfiteatros, foros, edificios públicos, casas que los bombardeos de la segunda guerra mundial dañaron irreparablemente. Hubo más erupciones menos importantes, siempre dejando terrenos fértiles rodeados de un mar pródigo; humanos que olvidamos todo volvemos a ocupar el lugar. Vivir cerca de un volcán activo como el Vesubio o el Popocatépetl es un riesgo; en el marco del Día Mundial de la Salud apenas antier celebrado, la autoridad estatal debe reforzar y activar esquemas de evacuación, albergues; no gastar “sin pedir un peso prestado”, como dice su titular, tener plan vivo de acciones, pavimentos amplios, puentes bien construidos de manera sistemática, no dejarlo pasar como un hecho olvidado.