Ficción y verdad de la ciencia

Se escucha con frecuencia que el mundo terminará en este milenio; al respecto hay estudiosos que afirman que es cierto que la Tierra está en ese peligro, hay la posibilidad de que entre al “cinturón fotónico” que astrólogos (científicos o charlatanes) afirman que llegamos a la era de Acuario, que inducirá grandes dificultades sociales y políticas en la humanidad, difíciles de manejar, que son el preludio de maravillosas consecuencias o por el contrario de la extinción de la humanidad.

Por supuesto que esas informaciones inquietan, y surgen preguntas ante la disyuntiva, la primera es obligada: ¿qué es el cinturón fotónico y por qué la especulación? Resulta que la respuesta es un intrincado proceso científico–teológico no nuevo, entre 1656 y 1742, tiempo en el que vivió Edmund Halley, famoso as-trónomo inglés que heredó su nombre a un cometa, en 1676 en Santa Elena hizo observaciones estelares que establecieron con exactitud la posición de las estrellas más importantes del hemisferio austral, también dedicó su tiempo al estudio de las declinaciones magnéticas de las latitudes del Atlántico, dedujo las relaciones magnéticas de las auroras y en 1705 predijo el retorno del cometa al que se le dio su nombre, cometa que había sido observado en 1456, 1531, 1607, 1682; Halley descubrió también el cinturón fotónico cuando estudió las pléyades o siete ca-brillas, y advirtió que por lo menos tres de esas estrellas tenían distintas posiciones a las descritas por los griegos, lo que se confirmó 100 años después por Frederick Wilhem Bessel, quien advirtió que las pléyades efectivamente tienen un movimiento propio de 5.5 segundos por arco de siglo.

Otro astrónomo, Paul Otto Hesse, ob-servó que esas estrellas tienen movimien-to en ángulo recto con su estrella central Alción, que además forman un anillo o dona a su alrededor, a esa formación se le llama “Cinturón Fotónico” y tiene un espesor de 2 mil años solares, donde hay una zona central, es de luz permanente aportada por sus soles, rodeados de una zona nula, por tanto las pléyades a las que llamamos comúnmente siete cabrillas forman un sistema de más de seis so-les, no estrellas, con actividad de centro de gravedad, dentro del que el sistema solar terrestre gira en una séptima órbita, observación que le valió a Hesse Premio Nobel de Ciencias.

Los astrólogos no astrónomos, que bien se les puede denominar falsos científicos, desde siempre han correlacionado los astros con influencias del destino de la humanidad, advierten que la Tierra está por entrar al Cinturón Fotónico de Alción en este milenio, fenómeno que se-ñala el inicio de una nueva era para él hombre, la de Acuario, en la que se ex-presarán grandes dificultades en los estra-tos sociales y políticos, que es posible no podamos manejar y nos lleven a la extinción, o por el contrario, si lo hacemos correctamente puede ser el preludio de una época maravillosa.

Cuando la Tierra se acerque a la zona nula del Cinturón Fotónico lo que debe ocurrir entre los años 2012–2013, los cam-bio magnéticos producirán actividad sísmica inusual, se incrementará la actividad volcánica, las manchas solares au-mentarán causando modificaciones en la temperatura ambiental, más calor, sequías, lluvias fuera de temporada, a la par de dificultades en los estratos políticos y so-ciales no fáciles de manejar, que deben verse como un preludio de extinción o modificación suprema de la humanidad. Ahora pregunto a mi único lector. ¿aca-so no está sintiendo feo? Porque mi amigo Ponciano tiembla al correlacionar estos datos, pero no sufran, porque dicen los no catastróficos que el sistema solar puede ser rescatado por una burbuja in-terdimensional, que el planeta pasará a un mundo tridimensional, una quinta di-mensión, que como un don del control de las pléyades, nos veremos situados bajo la influencia de la cultura de Lemurios de hace 25 mil años, mamíferos cuadrumanos con dientes incisivos de mandíbula inferior inclinados hacia adelante, uñas planas, menos las de los índices de extremidades anteriores y frugívoros, en donde se vivirá una “edad dorada” indes-criptible, ya descrita por algunas profe-cías religiosas de 2 mil años, así finalizará la civilización actual y el periodo de 10 mil años de consciencia limitada de control gubernamental jerárquico negativo será una civilización global de la era de Piscis, que nos conduce a tiempos maravillosos, previstos incluso por la Biblia, unidos a una jerarquía espiritual sin Pri-Pan–icos. ¡Qué tal, verdad que estaría confortable salvarnos de los debates y las encuestas en pro de la verdad y la ficción de la ciencia!