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Incremento en el precio de los alimentos ¿Por qué?

Por: Susana Rappo

2013-05-22 09:18:20

En las últimas semanas hemos observado el incremento de precios y/o desabasto de productos básicos alimenticios, el huevo y el pollo de los más sentidos; aunque el alza ha sido generalizada, ha tenido a lo largo del mes de mayo diversos picos de algunos productos, como el tomate, el jitomate, la cebolla y otras verduras. Desde aquel incremento del precio de los granos a nivel internacional, que en nuestro país, repercutió inmediatamente en el precio de las  tortillas, la tendencia no se ha revertido.

Si quisiéramos caracterizar el momento en materia de precios de los alimentos, diríamos que hay una tendencia al alza generalizada en un contexto de recurrente inestabilidad.

La pregunta es ¿por qué?

No hay razón única, más cuando hablamos en algunos casos de perecederos y de una gran diversidad de productos provenientes de diversas entidades del país, cuyos precios, dependiendo del tipo de producto, tienen un referente internacional.

Condiciones ambientales, productivas, de comercialización y especulación están en la base de los movimientos al alza. Los sistemas agroindustriales intensivos estabulados como el avícola, porcícola y lácteo han visto incrementados sus costos por el incremento en el precio de los granos y de los alimentos balanceados, que impactan directamente en su rentabilidad y que buscan trasladar consumidor final a partir de los precios. El aumento del combustible impacta y encarece todo el proceso de abasto y distribución, que también se busca trasladar al precio. Si bien la concentración productiva prevaleciente en la avicultura ha conformado complejos integrados vertical y horizontalmente que controlan la mayor parte de la cadena de valor y que logran abaratar parte de sus eslabones, asociados al volumen de producción que manejan, no escapan a los procesos y tendencias globales.

En el caso de los aumentos recientes del precio del huevo y del pollo, está presente una condición productiva, relacionada con la sanidad e inocuidad, que se combina con procesos especulativos de mercados.

El  virus de la influenza aviar H7N3 ha tocado varios estados; el pronóstico no es bueno, y la especulación busca generar ganancias cortoplacistas. Si bien todavía no se ha optado por el sacrificio masivo de aves, la experiencia última de los Altos de Jalisco está presente y el futuro en la coyuntura es incierto.

En la primera semana de mayo, durante la convención anual de la, Asociación Nacional de Especialistas en Ciencias Avícolas (ANECA) de México, según se informa en el sitio avícola, el principal tema de discusión fue la influenza aviar.

El referente más inmediato de lo que puede significar la influenza aviar altamente patógena H7N3 está en la zona de los Altos de Jalisco, donde en 2012 afectó casi exclusivamente a las gallinas ponedoras de huevo de plato. La zona de Altos de Jalisco es la principal zona productora de huevo en el país, y se sacrificaron alrededor de 23 millones de gallinas. Ese brote supuestamente controlado en septiembre de 2012, por medio de vacunación, reapareció en enero de este año en Aguascalientes y Guanajuato, y de nuevo en Jalisco. Pero esta vez no se limitó a gallinas de postura de huevo, sino también a reproductoras pesadas y pollo de engorda, con la posibilidad de millones de aves muertas o sacrificadas. Informes recientes  del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria de México (Senasica) confirman la existencia del virus en Tlaxcala y Puebla.

La transmisión del virus entre puntos distantes como Tehuacán, en Puebla, y Tepatitlán, en Jalisco, no se puede explicar por cercanía o viento, sino por la  comercialización de aves de desecho, pollinaza y gallinaza de granjas infectadas, lo que podría explicar la  rápida diseminación del virus en México, según el sitio avícola.

Con el fin de contrarrestar los incrementos y estabilizar los precios en el mercado nacional, el gobierno federal abrirá un cupo de importación de carne de pollo por 300 mil toneladas, además de sostener la importación de huevo; no hay que olvidar que México tiene el mayor consumo de huevo per cápita en el mundo y a los actuales precios de otros productos pecuarios el huevo seguía siendo la fuente más barata, hasta ahora, de proveer nutricionalmente de proteína de origen animal, asociada a los sistemas agroindustriales avícolas.

 

¿Qué es la influenza aviar?

Es una enfermedad infecciosa de las aves, provocada por un virus de la influenza tipo A, y se encuentra ampliamente distribuida en el mundo, particularmente entre las aves silvestres y que en ocasiones puede afectar a las aves domésticas (gallinas, pollos, pavos).

Las aves silvestres actúan como reservorios del virus, y si la infección afecta a las aves domésticas, en algunos casos puede ocasionar enfermedad que va desde una presentación leve hasta una manifestación grave.

¿Cuántos tipos de influenza aviar existen?

La infección tiene dos manifestaciones: baja patogenicidad y alta patogenicidad.

La influenza aviar de baja patogenicidad se caracteriza por una enfermedad respiratoria leve, depresión y ligera baja en la postura, sin ocasionar muerte de los animales.

La influenza aviar de alta patogenicidad ocasiona depresión, pérdida del apetito, disminución de la postura; enfermedad respiratoria grave con tos, secreción nasal abundante y dificultad para respirar; puede ir acompañada de signos nerviosos y digestivos, como la diarrea; produce inflamación de la cara, hemorragias en crestas, barbillas y bajo la piel de las patas, y la muerte. En algunos casos se presenta únicamente elevada mortalidad sin signos previos aparentes.

El virus posee dos proteínas de superficie: hemaglutininas (H) y neuraminidasas (N), y es en base a éstas como se le clasifica. Existen 16 tipos diferentes de H y 9 de N, y los virus entonces reciben la denominación dependiendo de cuál combinación posean: H1N1, H1N2, H1N3?. hasta H16N9, dando 144 posibles subtipos.

Los avicultores mexicanos han convivido con la influenza aviar H5N2 de baja patogenicidad por un periodo que ya se acerca a los 20 años, pero el virus de H7N3 es algo completamente diferente y mucho más peligroso y destructivo. Se indicó que con H5N2 las gallinas ponedoras dejan de poner huevo, pero no se mueren. Con H7N3 siguen poniendo huevo, pero se mueren rápidamente.

 

Fuente: Unión Nacional de Avicultores

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