Con esta provocativa interrogante el Dr. Raúl Zaffaroni comenzó hace unos días su discurso de agradecimiento a la Universidad Autónoma de Tlaxcala, por haberle otorgado el Doctorado Honoris Causa, en reconocimiento a sus aportaciones académicas en el campo de la Teoría del Delito y en el campo de los Derechos Humanos. A lo largo de su intervención repasó brevemente el nacimiento de las normas jurídicas como un hecho inherente a la vida en sociedad, revisando las características que ha ido adquiriendo a lo largo de la historia humana, hasta llegar al presente.
La interrogante planteada al inicio, se refiere a que, como corolario de la monumental revisión histórica y económica del desarrollo humano, realizada por Marx, éste concluyó que el derecho sólo sirve para justificar y legitimar la situación de explotación que vivía la clase trabajadora en el marco de la primera Revolución Industrial. En este sentido, el galardonado dijo que efectivamente Marx tenía razón al develar que el derecho es una arma represiva en manos del capital, especialmente en el contexto en el que le tocó vivir a ese gran teórico, y que de hecho sigue vigente hasta el presente, en donde el derecho se radicaliza y se tuerce claramente a favor de los dueños del capital y en contra de los derechos de las personas que no lo tienen, a quienes hoy en día, no sólo se les restringen cada día más sus derechos fundamentales (derecho a la vida, a la salud, a la educación, a un trabajo digno, a un ambiente sano, entre otros), sino que incluso se usa el derecho para despojarlo de los bienes comunes (las reformas estructurales para entregar el petróleo, el agua, los minerales, la producción de alimentos, los servicios educativos y de salud a empresas privadas) y hasta de sus bienes personales (expropiaciones de tierras para proyectos de minería, hidroeléctricas, gaseoductos, carreteras o aeropuertos).
Los golpes de Estado en contra de gobiernos latinoamericanos más democráticos, son una clara muestra de una radicalización de este derecho represivo que apunta a la exclusión (léase exterminio) de las grandes mayorías, para que una pequeña minoría siga disfrutando de los pocos bienes que quedan. Sí, en definitiva, Marx, hoy más que nunca sigue teniendo razón; sin embargo, Zaffaroni conserva cierto optimismo al considerar que dentro del campo del derecho, se está dando un combate cada vez más amplio en el sentido contrario; es decir, en la defensa de la vida (no sólo humana, sino de todos los seres vivos), del medio ambiente y del planeta, poniendo como ejemplo que las constituciones de Bolivia y Ecuador son las primeras del mundo en reconocer los derechos de la Pachamama (la Madre Tierra). En esta parte, el Dr. Zaffaroni hizo un recuento de sus principales ideas en torno a lo que debiera ser el Derecho. en el contexto de la guerra por los recursos y la destrucción del planeta, ya planteadas en su libro de 2012: La Pachamama y el humano, en el que abordó los derechos de los entes no humanos, los animales, las plantas y los ecosistemas, mismos que ya eran reconocidos desde la antigüedad por nuestros pueblos originarios, y que de hecho siguen protegiendo y defendiendo frente a la voracidad sin límites del capital, bajo la propuesta del Sumak Kawsay (el Buen Vivir, o el vivir en armonía con la Pachamama). La propuesta del Dr. Zaffaroni es de defender desde el Derecho, la vida y no ponerlo al servicio de un proyecto de muerte.