La inesperada irrupción de un movimiento juvenil en el escenario político nacional, ha tomado a todos por sorpresa: para muchos es un fenómeno esperanzador que demuestra que, a pesar de la televisión, los antros y los videojuegos, los jóvenes tienen capacidad de pensar y evaluar la realidad de su vida social, emitiendo un juicio condenatorio del sistema; para otros, la clase política...