Jornalera

“Resumiendo: el porvenir de mi pasado tiene mucho a gozar, a sufrir, a corregir, a mejorar, a olvidar, a descifrar, y sobre todo a guardarlo en el alma como reducto de última confianza”, escribía Mario Benedetti en uno de sus célebres cuentos. Hoy, comparto la cita porque este mayo se cumplen cinco años de tener el privilegio de colaborar en La Jornada de Oriente, que ha sido para mí una tribuna abierta siempre a los postulados de igualdad y libre expresión y defensora, a rajatabla, de la tolerancia por las ideas ajenas. Gracias a Raúl Jiménez Guillén, a Carlos, a Rafa, a Alejandro, a Víctor, a Lupita y a Goyita, y especialmente gracias a quien me regala su lectura.

Este espacio ha reclamado para sí el derecho a disentir, a no aceptar como válido que en este mundo compartido, hombres y mujeres tengamos desigualdades en oportunidades, desarrollo y derechos. A no aceptar como natural esa violencia sigilosa, sistemática e hiriente que niega el acceso a las mujeres a vivir libres de violencia y que justifica acciones, negligencias y omisiones públicas. Por ello, la denuncia y la crítica de quienes ejercen funciones públicas y que han demostrado su gran desconocimiento de las leyes en materia de igualdad y equidad de género, pero también de la propuesta y la disposición de tender puentes para construir una sociedad más incluyente y democrática, a través del exhorto permanente de asumir como ciudadanas y ciudadanos nuestra corresponsabilidad en los asuntos públicos.

Jornalera, sí, por convicción y por afecto, convencida de que los cambios importantes se tejen de pequeñas y modestas acciones, entrelazando conciencias y voluntades que urden la defensa de un Estado democrático y respetuoso de los derechos humanos. Por ello, seguiremos exigiendo las armonizaciones legislativa, ejecutiva y judicial con perspectiva de género, el cumplimiento de la sentencia del TSJE contra el Congreso local, los presupuestos públicos correspondientes y ante el rumor de la desaparición del IEM, la interpelación de no hacerlo y llamar a un replanteamiento del mismo para su fortalecimiento.