¿El sueño de los justos?

Es de llamar la atención que todas las voces en el Congreso permanezcan en total silencio. Sobre todo cuando, por ejemplo, la diputada Lilia Olvera Coronel, quien actualmente preside la Junta de Coordinación y Concertación Política y la Comisión de Equidad y Género, con motivo del Día de la Constitución Mexicana escribía en su columna que: “Honrar a la ley suprema en el recuerdo de su promulgación, es un acto que va mucho más allá de la celebración anual, es motivo de una convocatoria nacional, que nos reúne para declarar nuestra convicciones sobre el Estado de derecho, es también, ocasión para establecer un compromiso colectivo por la legalidad y el respeto a las instituciones.”

Si tal compromiso colectivo por la legalidad y el respeto de las instituciones fuera serio y real, ya alguna o alguno de los parlamentarios habría tomado en serio la sentencia que el Tribunal Superior de Justicia emitió en contra del Congreso, dentro del Juicio de Acción contra la Omisión Legislativa en materia de armonización legislativa con perspectiva de género, promovido por varias organizaciones sociales, ciudadanas y ciudadanos, encabezados por el Colectivo Mujer y Utopía. Pero, hasta el momento, tal pareciera que para las y los legisladores esta sentencia ni existe, como si con esta actitud se pudiera honrar la ley suprema.

Es lamentable también que en lo que va de este primer periodo de sesiones del segundo año de actividades de la LX Legislatura, el trabajo se encuentre detenido por falta de dictámenes, incluso con un programa aprobado. ¿Acaso en Tlaxcala merecemos que quienes se supone representan nuestros intereses y legislan a nuestro favor, utilicen la tribuna para solicitar la comparecencia de secretarios de Estado sólo porque ven afectados sus intereses personales? ¿Acaso esta tribuna sólo sirve para descalificar a los adversarios políticos? ¿Acaso merecemos que esta tribuna “duerma el sueño de los justos”, con tantos pendientes que existen y con tanta impunidad?

Por ello, debemos vigilar con más puntualidad el actuar de las y los legisladores, sería muy riesgoso que como ciudadanos nos crucemos de brazos. Es momento de pedir cuentas, de preguntarles y exigirles respuestas, podemos empezar porque nos informen sobre esta sentencia en materia de género y en cascada preguntarles por todos los temas pendientes.

Me niego a tener que volver a escuchar de un diputado o diputada la memorable, por nefasta, declaración de la ex diputada María Eloísa Espinoza Arriaga, que en materia de género después de las elecciones de 2010 reconocía que no se había hecho nada, pero que “ya vendrían otros con más tiempo y responsabilidad”.