La polarización en Izúcar de Matamoros respecto a la reapertura de la fábrica de agroquímicos Dragón alcanzó al cabildo de este municipio, que ahora está totalmente dividido: ayer, la mayoría de regidores y el síndico reprobaron la actitud del alcalde, Carlos Gordillo Ramírez, a quien acusaron de haberlos sometido con amenazas para negarle a Agricultura Nacional el uso de suelo y la licencia de funcionamiento.
Asimismo, arremetieron en contra de Consejo Ciudadano de Izúcar al sostener que un grupo de 200 personas no puede decidir la vida de más de 90 mil habitantes, así como el desarrollo del municipio. A los opositores a la fábrica Dragón los responsabilizaron de la violencia que pueda suscitarse en los próximos días.
Se espera que este día haya una movilización en el zócalo de esa ciudad, con manifestaciones en contra de Gordillo Ramírez, pues el caso del Dragón no es lo único que ha causado enojo en la población y en el cuerpo edilicio, sino los atropellos e irregularidades que ha cometido este hombre desde que asumió la alcaldía hace 100 días.
Ayer, en rueda de prensa efectuada en la capital del estado se presentaron el síndico Luis Paredes Guevara; la regidora de Gobernación, Sayda Hoyos Hernández; el regidor de Hacienda, Rogelio Sánchez Hernández; la regidora de Industria, Yaraset Eréndira Córdova Castillo; el regidor de Salud, Cedric Solano Puig, y el regidor de Obra Pública, Héctor Vargas Ruiz, así como la regidora de Educación, Lilia Ortiz Ramírez.
Afirmaron que la semana pasada, luego de una reunión con la empresa Agricultura Nacional y con el gobierno del estado, el presidente municpal Gordillo Ramírez convocó a una sesión extraordinaria de cabildo a la que previamente les exigió aprobar que no se le daría licencia de funcionamiento y uso de suelo a Dragón, porque así convenía a sus intereses, no a los de la ciudadanía.
Para presionarlos más, “manifestantes de la Comisión Ciudadana irrumpieron en dicha sesión para crear confusión y temor entre los miembros del cabildo; amedrentados, nos vimos obligados a emitir un voto a favor de la opinión del presidente. En caso de negarnos nos amenazó con echarnos en contra a la gente que estaba presente y actuaba con violencia”, relataron.
El grupo afirmó que “no está en contra ni a favor de Dragón”, pero se justificaron al señalar que como cabildo están “contra la espada y la pared”, pues mientras un juez ordenó la reapertura de la empresa con el riesgo de caer en desacato, por el otro podrían ser atacados por opositores a la fábrica si deciden otorgar los permisos.
“No hemos firmado el acta de esa sesión y hacemos culpable al presidente municipal y a los dirigentes de esa comisión de cualquier acto de violencia que nosotros o nuestras familias sean víctimas”, remataron.
Los regidores rechazaron haber sido “comprados” por Agricultura Nacional para interceder por ella en el gobierno de Izúcar de Matamoros, y exigieron que sea el gobierno del estado o alguna institución oficial la que organice una consulta ciudadana la que decida la permanencia o rechazo total a la empresa.
