Ya es nuestra responsabilidad. La decisión de no seguir responsabilizando a la administración pasada, tiene un alto impacto en las aspiraciones de quienes quieren ser candidatos al gobierno de Tlaxcala por Morena.
En principio porque todos están conscientes de que la decisión será de una sola persona. La actuación de quienes tienen responsabilidades a nivel local ha entrado en un proceso de desgaste.
Los ex gobernadores priistas que se incorporan a la Cuarta Transformación no dejan pasar la posibilidad de mostrar el capital local con el que cuentan para recuperar espacios a futuro.
De ahí que, entre septiembre de 2019 y noviembre de 2020, tiempo en que los partidos políticos deben presentar los procesos internos con los que seleccionarán a sus candidatos, pueden pasar muchas cosas.
Las organizaciones no quieren perder su capacidad de intermediación y se han vuelto beligerantes. No es una acción en contra de los o las aspirantes. Pero ninguno ha tenido la diligencia de anticiparse.
El problema es que todos y todas actúan de manera reactiva. Lo que hace que su figura y sus aspiraciones registren desgaste y cada vez más estarán sometidos a mayor presión.
Por otra parte, algunos de quienes han sido aliados en las aspiraciones fuera del PRI, consideran que hay deudas que no han sido pagadas y seguirán en esa ruta.
Cuesta mucho pensar que los y las políticas formadas bajo la cultura del PRI, quieran realmente servir y no solo ejercer el poder. Sobre todo porque sienten que atrás de ellas y ellos está el presidente de la República.
De no cambiar de estrategia y ser más proactivos, las aspiraciones registrarán un deterioro mayor. El tiempo que falta para la decisión se convierte en enemigo. Y, como dijo el presidente, ahora es su responsabilidad, ya no puede culparse a los gobiernos anteriores, ni a los presentes.