Vivir del cuento es muy peligroso y en el ejercicio del poder público, su caducidad puede ser tan corta que en el inicio del ocaso del gobierno podría indigestarse y más cuando, en poco más de tres años, solo se ha invertido tiempo, dinero e imaginación en realizar anuncios de acciones de relumbrón que únicamente han pasado al anecdotario, evidenciando un pragmatismo lacerante.
Antes y durante la actual administración, su titular ha anunciado, una serie de obras que han servido para desnudar la improvisación y la incapacidad para llevarlas a cabo, apostándole a vivir del cuento.
Por ejemplo, alguien sabe de los avances, anunciados desde diciembre del año 2021, para la retomar la construcción de las obras de lo que sería la Central de Abastos de Xaltocan; tras pagar 250 millones de pesos del erario estatal para reactivar ese polo de desarrollo, hasta este domingo no hay ni una pala ni un bote de cemento en ese lugar baldío.
Meses después, también se presumió la recuperación del espacio en el que edificaría la central de abastos de Huamantla, lo cual, a más de un año de ese cuento, ese vetusto espacio sigue igual o peor que en antaño.
En el año 2023, se anunció el uso de 10 exestaciones de tren para convertirlas en casas de cultura. Solo historias, porque hasta ahora no hay ni una revista de Kalimán, solo hay cuentos en el imaginario social.
El año pasado se develó el cuento de que Tlaxcala estaría al nivel de Londres, Emiratos Árabes, India, Corea, Holanda, Taiwán y Singapur con un nuevo medio de transporte. El llamado Autotrén fue un fracaso que ellos mismos confirmaron.
Ojalá los recientes anuncios de la construcción de más hospitales, no tengan el mismo destino, ni que el Banco de Alimentos se quede solo en la primera piedra o el saneamiento del río Zahuapan, o que Tlaxcala es el estado más seguro, porque ya nos consume la delincuencia. Cuándo entenderán que el pueblo bueno se cansa de tanto jodido cuento y más, cuando confirmamos de la Federación que “amor con amor se paga” también es puro cuento.
Mientras que la designación de Marcela González Castillo al frente de Morena se concretó; también lo harán con Enrique Padilla en el PRI y como van las cosas, ellos pueden escribir el cuento de alianza electoral en el 2027.