Como vicegobernador de Tlaxcala, así opera el titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Luis Antonio Ramírez Hernández, quien no solo ordena, manda y somete a la mayoría de funcionarios estatales y diputados, sino también lo hace con magistrados, tanto del Poder Judicial como del Tribunal de Justicia Administrativa, así como con alcaldes, diversos empresarios y ciudadanos.
Es tal su poder, que sin empacho hace y deshace de las finanzas de todo ente público que toca y somete; por las buenas o por las malas, con el nombre de la gobernadora como picaporte, amenaza y amedrenta a todos los que se opongan a sus intereses, que no son otros que saquear las arcas públicas y privadas para financiar las campañas de su dueño y único patrón, el senador de Morena, Rabindranath Salazar.
Tlaxcala y los tlaxcaltecas están siendo afectados por tan oscuro personaje, quien ha visto en la tierra de Xicohténcatl, el lugar perfecto para saquear y financiar la campaña de su jefe, en la búsqueda de la gubernatura del estado de Morelos.
Los artilugios para su cometido han sido puestos en charola de oro por los propios legisladores, y el grupo Sánchez González –herederos del ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya–, al aprobar reformas y disposiciones legales que, con la burda mentira de mejorar el medio ambiente, solo han servido para el soborno y el chantaje económico y político.
Las garras de este personaje, quien no debería estar en un cargo público, tras la entrada en vigor de la disposición en contra de deudores alimentarios, ya se sintieron en el Tribunal de Justicia Administrativa; ha amenazado a magistrados con iniciar juicios políticos sino ceden espacios y cargos a su favor. La estrategia es clara, desde su Secretaría sanciona y en el Tribunal busca torcer la ley, en asuntos administrativos y mercantiles, para seguir con el saqueo.
Toda su operación, a la cual se suma su intención de intervenir en temas de licitaciones y compras del gobierno estatal y Comunas, la conocen y padecen sus compañeros de gabinete.
La duda entonces es qué tan grande es el compromiso o deuda con este personaje o con su jefe Rabindranath Salazar, para permitir el maltrato a los tlaxcaltecas y el saqueo de Tlaxcala.